Un profesor crea un Trivial para enseñar geografía y consigue que sus alumnos de la ESO aprendan sin memorizar
Harto de la desmotivación, este docente ha desarrollado un método basado en el juego que ha disparado el interés y el rendimiento de los estudiantes

Un profesor de Geografía enseña Geografía con juegos de mesa
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un profesor de Geografía e Historia de primero de la ESO ha transformado la manera de estudiar una de las materias que más dificultades genera en los alumnos. Ante la compleja tarea de memorizar los ríos, montes y provincias de España, este docente, llamado Félix, decidió darle "una vuelta a esto" y se preguntó: "¿Qué tal si lo hacemos mediante un juego?". Así nació un proyecto innovador que utiliza la gamificación para que los estudiantes aprendan mientras se divierten, logrando resultados notables.
Un Trivial con las provincias de España
La base del proyecto es un tablero similar al del Trivial Pursuit, pero en lugar de las casillas tradicionales, el tablero lo componen las provincias de España. Para poder jugar, los alumnos primero deben visualizar una serie de vídeos de entre siete y ocho clases sobre geografía española que el propio Félix graba y publica en su canal de YouTube. Tras ver los vídeos, los 25 alumnos de la clase trabajan de forma colaborativa en una hoja de cálculo para elaborar las preguntas y respuestas del juego.
El sistema ha ido evolucionando e incluso se ha incorporado "un poquito de inteligencia artificial para mejorar la programación", explica el profesor. Las partidas son muy ágiles, de "5 o 10 minutos entre parejas", lo que permite jugar varias veces en una misma clase. Según Félix, esta repetición a través del juego es clave: "La información que se les va quedando, aunque vaya ensayando, bueno, pues queda bastante bien retenida. Porque de un error ya saben cuál es el acierto en la siguiente pregunta".
Más de un 80% acaba con unos conocimientos más que notables, al menos, en esta parte de geografía de España"
Profesor de Geografía e Historia en el Colegio Arúla
Una evaluación sin examen tradicional
Uno de los aspectos más rompedores del proyecto es la evaluación. En este tema, no hay un examen tradicional. En su lugar, se utiliza una rúbrica que valora todo el proceso, que dura aproximadamente un mes. Se tiene en cuenta si los alumnos han visto los vídeos, la calidad de las preguntas que han preparado, prestando atención a la sintaxis y la ortografía, y si han mantenido un "juego limpio". El resultado, según el docente, es que "aprenden más" y los conocimientos se fijan mejor en el tiempo.
La aceptación entre los alumnos ha sido "ideal", incluso en un mes tan complicado como diciembre, cuando la cercanía de las vacaciones de Navidad les hace estar más distraídos. El respaldo del centro, el colegio Arúla, también ha sido total. "Me he sentido siempre en ese sentido bastante arropado", afirma Félix, quien estuvo acompañado por la directora del colegio en la entrega de premios del SIMO. No obstante, admite que al principio hubo "padres bastante reticentes" y algunos compañeros, aunque aclara que "son cosas normales".
Un método abierto y extensible
El éxito de la iniciativa ha llevado a su creador a expandirla. Ya ha utilizado una idea similar, basada en el juego de la Oca, para enseñar Prehistoria e Historia Antigua. Su objetivo ahora es perfeccionar la herramienta, que se basa en Excel y programación Visual Basic, para que sea de código abierto. De esta manera, "todo el mundo puede utilizarla" simplemente cambiando unas pocas instrucciones, lo que permitiría adaptarla a cualquier asignatura y centro educativo.
No podemos seguir viviendo en el siglo XIX en el que el profesor dé una clase magistral, los alumnos se metan toda la información en una noche, al día siguiente la vomiten y después se olviden"
Profesor de Geografía e Historia en el Colegio Arúla
Félix defiende un cambio de paradigma en la enseñanza para adaptarse al siglo XXI. "Buena parte de la memoria se la va a llevar que nuestros alumnos cuando sean adultos cojan el móvil y pregunten por cualquier cosa", reflexiona. Por ello, aboga por integrar las nuevas tecnologías de forma efectiva. "No podemos seguir viviendo en el siglo XIX en el que el profesor dé una clase magistral, los alumnos se metan toda la información en una noche, al día siguiente la vomiten y después se olviden. Eso realmente no tiene mucho sentido", concluye.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



