Madrid busca carniceros: la formación que garantiza un empleo ante la falta de relevo generacional

Madrid se enfrenta a un problema crítico: la falta de relevo generacional en sus carnicerías. Para solucionarlo, la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid y Mercamadrid han unido fuerzas para crear cursos de formación con el objetivo de capacitar a nuevos profesionales que ocupen los puestos que dejan quienes llegan a la edad de jubilación.

Una formación con alta empleabilidad

La formación, completamente gratuita, dirigida especialmente para personas en situación de desempleo, se estructura en tres pilares: una parte técnica en Mercamadrid, otra de habilidades transversales en la Escuela Municipal de Hostelería y Alimentación, y prácticas en empresas. El programa es "muy completo", según Cristina, responsable del centro de formación de Mercamadrid, ya que no solo abarca carnicería, sino también pollería, charcutería y corte de jamón.

El éxito de la iniciativa se refleja en sus cifras de inserción laboral. Cristina destaca que la media de empleabilidad se sitúa en el 70% y añade que "hay cursos que hemos terminado con el 100% de insertados". La demanda es tan alta que algunos alumnos encuentran trabajo incluso antes de terminar el periodo de prácticas.

Hay cursos que hemos terminado con el 100% de insertados"

Cristina López

Responsable del centro de formación de Mercamadrid

El reto de atraer a los jóvenes

El origen del problema es que los hijos de los comerciantes en edad de jubilarse no continúan con los negocios familiares. Javier, profesor del curso, señala que "hoy todo el mundo quiere estudiar una carrera". A esto se suma que no es una profesión popular entre los jóvenes. Selene, una de las alumnas, opina que es porque son "un poco delicaditos", pero reivindica que es una "profesión muy buena, que eso va a seguir toda la vida".

A pesar de la falta de interés, ser carnicero ofrece importantes ventajas. Se trata de un trabajo estable y bien pagado, como subraya Cristina. "No te va a faltar trabajo nunca", asegura la responsable de formación, que insiste en la necesidad de poner en valor los oficios tradicionales como una opción de futuro profesional viable y prometedora.

Es una profesión que va a seguir toda la vida"

Selene

Alumna

Con las manos en la masa

Los alumnos, por su parte, muestran una gran motivación. Diego, uno de ellos, se enteró del curso por redes sociales y no dudó en apuntarse por la calidad de la formación y sus salidas laborales. En su segunda clase práctica ya está aprendiendo a despiezar pollos, aplicando la teoría sobre legislación y manipulación de alimentos. "Se aprende de manera muy intensa", afirma.

Selene, que llegó al curso animada por su madre, reconoce que nunca se había imaginado en este sector, pero ahora está "muy contenta" gracias a la figura de un "muy buen profesor". El propio formador, Javier, confirma el entusiasmo del alumnado, que se nota en su puntualidad y ganas de aprender. Según cuenta, la parte que más expectación genera es el corte de jamón, la especialidad a la que aspiran muchos.