Así es la nueva estación de Bernabéu que recupera en enero dos carriles de la Castellana

Las obras de la futura estación de Bernabéu ya han alcanzado el 35% de su ejecución. Los trabajos, en los que más de 100 personas operan durante las 24 horas del día, avanzan con la previsión de recuperar a finales de enero dos carriles del Paseo de la Castellana actualmente ocupados. Además, la estación simplificará su nombre y dejará de llamarse 'Santiago Bernabéu' para ser conocida únicamente como Bernabéu.

Claves de la nueva estación

Con una inversión de 68 millones de euros, la nueva infraestructura triplicará el tamaño de la actual hasta alcanzar los 12.400 metros cuadrados y una profundidad de 40 metros. El moderno diseño incluye 24 escaleras mecánicas y 12 ascensores para conectar la calle con los andenes y dar servicio a los cuatro millones de viajeros que pasan por ella anualmente.

Uno de los elementos más innovadores será su gran vestíbulo, que permitirá a los viajeros ver la llegada de los trenes desde el acceso. Juan Tébar, director de explotación ferroviaria de Metro de Madrid, ha explicado que se ha diseñado "con un hueco en el vestíbulo principal y luego la mezanina". Según Tébar, esto permite al viajero gestionar mejor su tiempo al tener información visual al instante.

Recuperar para los madrileños la superficie ocupada por las afecciones en el tráfico"

José María García

Viceconsejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras

Nuevos accesos

El viceconsejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, José María García, ha destacado la importancia de "recuperar para los madrileños la superficie ocupada por las afecciones en el tráfico en el Paseo de la Castellana", lo que "ayudará a mejorar la movilidad". El cronograma actual, sin retrasos, fija la finalización de las obras para marzo de 2027, coincidiendo con el 80 aniversario del estadio y los 125 años del Real Madrid.

En cuanto a los accesos, el de Azca se cerrará para abrir otro frente a la Torre Europa, y el del estadio será reubicado más abajo. Se prevé que la nueva estación absorba a la antigua, por lo que podrían producirse cortes en la línea 10 de metro durante su demolición, aunque todavía no hay fechas confirmadas.