El autor de la saga de libros sobre curiosidades "Ya está el listo que todo lo sabe", Alfred López, divulgador científico, nos hace algo más sabios al dar respuesta a las preguntas sobre enigmas u orígenes etimológicos de las palabras que utilizamos.

Aquí tienes tres curiosidades que no te van a dejar indiferente y te ayudarán a ser un buen "cuñao".

(ESCUCHA AQUÍ LAS EXPLICACIONES DE ALFRED LÓPEZ)

¿De dónde proviene llamar ‘avucastro’ al que se dedica a molestar?

‘Avucastro’ es uno de esos términos que hoy en día está prácticamente en desuso, pero que, durante varios siglos, se empleó de forma común para hacer referencia a cierto tipo de persona que era propicia a molestar y hacer enfadar a los demás (lo que hoy en día se conoce por ser ‘chinchoso’).

El término avucastro proviene del nombre de la avucasta o avutarda, debido a que, antiguamente, se creía que ese tipo de personajes molestos se comportaban del mismo modo que esa inquieta ave zancuda, la cual importunaba sin cesar.

¿Sabías que el acto de lamer un plato tiene un nombre específico?

Lamer el plato después de comer es considerado glotonería y socialmente mal visto. Este acto tiene un nombre específico: "lambucear", derivado del término "lamber", que significa "lamer" en referencia al plato.

Ambos términos tienen su origen en el latín "lambure", que también significa "lamer". La palabra "lambucear" fue incluida en el Diccionario de la RAE en 1925 con la definición de "arrebañar" los residuos de comida de un plato.

Desde la edición de 1992, se le atribuye la definición de lamer el plato por glotonería. Así, este término designa específicamente el acto de lamer un plato después de comer, destacando cómo el lenguaje aporta nombres para diversas acciones y situaciones.

¿Conoces la palabra "vivaquear"?

El término "vivaquear" es familiar para quienes se relacionan con el excursionismo y el escultismo, usándose para referirse a acampadas improvisadas al aire libre.

Originalmente, no se asociaba con actividades recreativas, sino con tropas militares durmiendo al raso durante maniobras o misiones. "Vivaquear" proviene del verbo "vivac", que se refiere a un campamento provisional, especialmente militar, instalado para pasar la noche al raso.