La huelga de los Técnicos Sanitarios españoles se aplaza para mediados de junio y depende del cumplimiento de las promesas

El ambiente entre los profesionales sigue cargado de incertidumbre y determinación: si las promesas no se materializan, la huelga será inevitable, y algunos representantes ya advierten que podría escalar a un paro indefinido.

La huelga se ha aplazado como gesto ante las promesas hechas por la administración
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La huelga se ha aplazadp como gesto ante las promesas hechas por la administración

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

5 min lectura

Los técnicos superiores sanitarios (TSS) de España, un colectivo esencial para el funcionamiento del sistema sanitario, han decidido posponer su huelga inicialmente prevista para los días 3 y 4 de junio. 

Tras intensas negociaciones con el Ministerio de Sanidad, la movilización se ha reprogramado para los días 16 y 17 de junio, a la espera de que se confirmen los preacuerdos alcanzados. 

Sin embargo, el ambiente entre los profesionales sigue cargado de incertidumbre y determinación: si las promesas no se materializan, la huelga será inevitable, y algunos representantes ya advierten que podría escalar a un paro indefinido.

Este colectivo, que incluye a más de 50,000 profesionales en todo el país, abarca especialidades como laboratorio clínico, imagen para el diagnóstico, radioterapia, anatomía patológica y citodiagnóstico, entre otras. 

Su labor es clave para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, ya que son ellos quienes realizan pruebas tan cruciales como resonancias magnéticas, TAC, análisis clínicos y tratamientos de radioterapia. 

A pesar de su importancia, los TSS denuncian un abandono institucional que se arrastra desde hace décadas

A pesar de su importancia, los TSS denuncian un abandono institucional que se arrastra desde hace décadas

Denuncia de abandono institucional

A pesar de su importancia, los TSS denuncian un abandono institucional que se arrastra desde hace décadas, lo que les ha llevado a tomar medidas drásticas para hacer escuchar sus reivindicaciones.

La huelga, convocada por el Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios (SIETESS) y respaldada por una decena de organizaciones como la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP), la Asociación Española de Técnicos de Laboratorio (AETEL) y la Asociación Española de Técnicos en Radiología, Radioterapia y Medicina Nuclear (AETR), tiene como principal objetivo lograr la normalización profesional de los TSS dentro del Sistema Nacional de Salud. 

Entre sus demandas destaca la transformación de su formación técnica, actualmente considerada de nivel de Formación Profesional, en un grado universitario, algo que ya ocurre en la mayoría de los países europeos. 

Este reconocimiento académico no solo mejoraría su estatus profesional, sino que también les permitiría trabajar en otros países de la Unión Europea, una posibilidad que ahora tienen restringida debido a las normativas del Espacio Europeo de Educación Superior.

Además, los TSS exigen ser clasificados en el grupo B del Estatuto Básico del Empleado Público, un reconocimiento que, según afirman, les corresponde desde 2007 pero que aún no se ha hecho efectivo. 

Este cambio implicaría mejoras salariales y laborales acordes con sus responsabilidades y formación. Otro punto de fricción es la figura del "administrativo sanitario" propuesta en el Plan de Acción de Atención Primaria 2025, que los técnicos consideran incompatible con sus funciones, especialmente con las de los técnicos en documentación sanitaria.

"Si no vemos avances concretos, seguiremos adelante con la huelga. Esto no es un punto final, es una pausa para ver si la Administración cumple"

José Joaquín Durán

Sindicato de Técnicos Sanitarios

El aplazamiento de la huelga se decidió tras una reunión clave con el Ministerio de Sanidad el pasado 27 de mayo. 

En dicho encuentro, en el que participaron la directora general de Ordenación Profesional, Celia Gómez, y el subdirector de Cohesión del SNS, Juan Julián García, se aceptaron algunas de las propuestas del colectivo. 

Estrella Peco Ruiz, delegada sindical de FESITESS-CLM y miembro del Comité de Huelga, confirmó que el Ministerio reconoció como "justas" varias de sus demandas. 

la huelga sigue adelante

Sin embargo, los técnicos no han desconvocado la movilización: esperan que el nuevo borrador del anteproyecto de Ley del Estatuto Marco, que está en proceso de elaboración, refleje los compromisos alcanzados. 

"Si no vemos avances concretos, seguiremos adelante con la huelga. Esto no es un punto final, es una pausa para ver si la Administración cumple", señaló Peco Ruiz.

El impacto de una posible huelga sería significativo. En regiones como Aragón, donde hay cerca de mil técnicos superiores sanitarios, o en Asturias, con 900 profesionales en la sanidad pública y más de 300 en la privada, los paros podrían afectar servicios esenciales como diagnósticos por imagen y análisis clínicos. 

El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), por ejemplo, ya ha establecido servicios mínimos equivalentes a los de un día festivo, lo que implica que solo se atenderían urgencias.

 Esto podría traducirse en la reprogramación de cientos de pruebas diagnósticas y una merma en la calidad asistencial, algo que el colectivo lamenta, pero considera inevitable para visibilizar su lucha.

El hartazgo de los TSS no es nuevo. Según Juan Carlos Rodríguez, presidente de AETEL, "llevamos más de 40 años siendo ignorados por la Administración. Somos los olvidados del sistema sanitario, pero sin nosotros los hospitales se pararían". 

sentimiento de ninguneo y paro indefinido

Rodríguez también critica la falta de diálogo previo con el Ministerio, que, según él, ha mantenido reuniones con otros colectivos mientras desoía las solicitudes de los técnicos. 

Este sentimiento de "ninguneo" se ha visto agravado por la reciente decisión de Europa de eliminar las medidas compensatorias que permitían a los TSS trabajar en otros países, dejando a España como el único país de la UE sin una titulación universitaria para estos profesionales.

Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad asegura estar trabajando en soluciones, pero la desconfianza entre los técnicos persiste. 

Algunos representantes, como Sonia Fernández de la Asociación Española de Técnicos y Graduados en Radiología, han advertido que, de no cumplirse los preacuerdos, la huelga podría ser solo el comienzo.

 "No descartamos una movilización indefinida a partir del otoño si no se nos escucha", afirmó Fernández. En este contexto, los próximos días serán cruciales para determinar si el diálogo entre las partes logra evitar un conflicto que podría tener serias repercusiones en el sistema sanitario español.

La sociedad, mientras tanto, observa con preocupación. Los pacientes, que podrían verse afectados por los paros, se debaten entre el apoyo a las reivindicaciones de los técnicos y el temor a retrasos en sus tratamientos. 

Lo que está claro es que los TSS no están dispuestos a seguir esperando: su lucha por el reconocimiento profesional y académico ha llegado a un punto de no retorno.

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