Grave crisis en la adjudicación de plazas docentes en Cataluña: caos, denuncias y sospechas de manipulación política
Errores masivos, plazas desaparecidas, personas con más puntuación sin destino, y candidatos que no habían pedido ciertos centros asignados de manera inexplicable.

Iolanda Segura, portavoz del sindicato USTEC, explica la situación del sistema de adjudicación de plazas
Barcelona - Publicado el
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La educación pública catalana atraviesa una de sus crisis más graves en años. A la indignación de miles de familias por los fallos en la asignación de plazas escolares, se suma ahora un nuevo escándalo: la adjudicación de plazas para docentes interinos y sustitutos se ha visto envuelta en un cúmulo de errores, falta de transparencia y crecientes sospechas de manipulación sistemática.
En lo que debía ser un proceso automatizado, justo y transparente, se han producido incidencias generalizadas que han dejado fuera del sistema a miles de profesores, generando un profundo malestar entre el colectivo docente, los sindicatos y los equipos directivos de los centros educativos. La situación amenaza con comprometer seriamente el inicio del curso 2025-2026.

Las redes sociales y los grupos profesionales de docentes se llenaron rápidamente de mensajes denunciando la situación. “Tengo 12 años de experiencia y estoy sin plaza
Caos en la adjudicación de plazas
El Departament d’Educació de la Generalitat publicó hace apenas unos días la primera adjudicación de plazas del sistema de provisió per fases, el mecanismo por el cual se asignan destinos a los docentes interinos y sustitutos en Cataluña. Pero la publicación fue recibida con estupefacción: errores masivos, plazas desaparecidas, personas con más puntuación sin destino, y candidatos que no habían pedido ciertos centros asignados de manera inexplicable.
Las redes sociales y los grupos profesionales de docentes se llenaron rápidamente de mensajes denunciando la situación. “Tengo 12 años de experiencia y estoy sin plaza, mientras que compañeros con menos puntos han sido asignados en mi zona de preferencia”, denuncia Sara, maestra de Primaria. Otros aseguran que han sido “teletransportados” a comarcas lejanas sin haberlas solicitado, mientras que en sus localidades de residencia hay vacantes no adjudicadas.
La gravedad del caso ha obligado al Departament a reconocer públicamente que ha habido un “fallo técnico en el algoritmo de asignación”, y ha prometido una revisión urgente de las adjudicaciones. Sin embargo, esta explicación no convence a muchos profesionales, que sospechan que detrás de estos fallos se oculta una estrategia mucho más deliberada.
¿Errores técnicos o manipulación estructural?
La asignación de plazas docentes en Cataluña sigue un complejo sistema de baremación en función de la experiencia, la formación académica, el tiempo trabajado en centros públicos y otros criterios objetivos. Sin embargo, en los últimos cursos ha ido ganando peso un modelo de adjudicación "por perfiles" en el que los centros tienen margen para solicitar perfiles muy concretos (por ejemplo, docentes con formación específica en inclusión, atención a la diversidad, uso de metodologías activas, etc.).
Este sistema, que en principio debía servir para adaptar los docentes a las necesidades reales de los centros, ha abierto la puerta a lo que muchos denuncian como una “selección a dedo encubierta”. Algunos centros estarían utilizando la vía de los perfiles para favorecer a ciertos candidatos o excluir a otros, vulnerando los principios de igualdad y mérito que deben regir en el acceso a la función pública.
Además, algunos sindicatos denuncian que ciertos perfiles se están utilizando con una clara intencionalidad política o ideológica. “Se están dando casos en que se priorizan docentes con formación en lengua catalana, independentismo pedagógico o pedagogías de determinadas líneas ideológicas, en detrimento de otros profesionales igualmente cualificados”, explican desde USTEC-STEs, el sindicato mayoritario de la educación pública catalana.
Una sospecha que no es nueva
Aunque el caos de este julio ha sido especialmente visible, no es la primera vez que se denuncia falta de transparencia en la adjudicación de plazas docentes. Desde hace al menos cinco años se vienen acumulando quejas por parte de docentes que afirman haber sido discriminados sistemáticamente en el proceso.
En 2022, tras una reestructuración del sistema de adjudicaciones y la implementación de una nueva aplicación informática, ya se detectaron inconsistencias y errores que se atribuyeron a “problemas de migración de datos”. Pero muchos profesionales ya entonces hablaron de una posible "opacidad intencionada", destinada a permitir mayor control político sobre quién accede a las aulas.
Ahora, con la reiteración de los errores y el aumento del número de afectados, crece la sospecha de que el sistema podría haber sido manipulado desde hace tiempo, aprovechando la complejidad burocrática para encubrir decisiones arbitrarias.
Consecuencias directas en el inicio del curso
La situación no solo afecta a los docentes, sino que tiene consecuencias directas en los alumnos. A menos de dos meses del inicio del curso escolar, centenares de plazas siguen sin asignarse correctamente, y hay centros que aún no saben con qué plantilla podrán contar. Esto pone en riesgo la planificación pedagógica, la organización de grupos y la atención al alumnado más vulnerable.
“Es imposible garantizar un arranque de curso digno si no sabemos quién va a estar en cada aula”, afirma una directora de un centro de educación secundaria en el Vallès.
¿Quién asume responsabilidades?
Hasta el momento, la consellera d’Educació, Esther Niubó, no ha asumido responsabilidad política por el desastre. Ha prometido una revisión urgente del proceso y ha asegurado que “ningún docente se quedará sin plaza si le corresponde por méritos”.
Sin embargo, sindicatos como CCOO, USTEC o CGT exigen su dimisión inmediata, y no descartan movilizaciones masivas en septiembre si no se corrige la situación y se garantiza la transparencia total del proceso. Incluso algunos partidos del propio Govern comienzan a mostrar incomodidad ante una crisis que puede erosionar gravemente la confianza en la gestión educativa del Ejecutivo catalán.
El prestigio del sistema educativo catalán, ya tocado por la polémica de las plazas escolares, recibe así un nuevo golpe. La sombra de la manipulación, el favoritismo y la politización planea sobre un modelo que, más que nunca, exige una auditoría profunda y una refundación basada en la equidad, la transparencia y el respeto al trabajo de miles de docentes que sostienen día a día la educación pública.