Una cafetería de la Barceloneta cobra el café y el té según el tiempo de estancia en el establecimiento
El importe de las bebidas empieza a aumentar a partir de los 30 minutos

Precio de las consumiciones del propio bar
Barcelona - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Una cafetería de la Barceloneta cobra el café y el té en función del tiempo que se tarde en consumirlos.
El establecimiento está en la plaza de la Barceloneta y, tal como explica una usuaria en la red social X, el precio de las bebidas varía según el tiempo que el cliente se esté al establecimiento.
El importe empieza a aumentar cuando el consumidor se está más de 30 minutos sentado y se duplica cuando pasa más de una hora, de tal manera que todas las bebidas pasan a tener un precio de 4 €.
Un café con leche y un capuccino inicialmente tienen un precio de 1,6 €, siempre que se consuma en menos de 30 minutos. A partir de este momento, el precio empieza a aumentar. Si el cliente se está más de 30 minutos tendrá que pagar 2,5 € y 4 € si supera la hora.

Clientes en las terrazas
Los barceloneses, con opiniones divididas
Los propietarios del local no ha querido hacer declaraciones sobre esta iniciativa, pero entre los barceloneses ya hay opiniones diversas.
Algunos defienden esta medida para que el negocio sea rentable: “Lo entiendo, trabajo en el mundo de la hostelería y a veces la gente se pide un café y se está tres horas.
Te ocupan una mesa y no es rentable”, explica un usuario. En cambio, hay otros que consideran que es excesivo: “El precio asusta, quieres pasar un rato agradable en una cafetería y esto lo estropea”.
Una práctica más habitual en otros países europeos
En Barcelona, esta manera de gestionar el tiempo de estancia de los clientes en bares y restaurantes no es muy habitual.
Aquí, por ejemplo, se opta por opciones como establecer dos turnos para las comidas, que el cliente tiene que escoger la hora de hacer la reserva. Ahora bien, en otras ciudades europeas, como Ámsterdam, no es extraño que esto pase.
Muchos locales empezaron a establecer esta medida durante la pandemia y con el aumento del teletrabajo ha ido al alza.
Según la presidenta de la sección de Consumo del ICAB, es una práctica totalmente legal, siempre, eso sí, quede claro cuál será el precio final que se tendrá que pagar.
“El consumidor tiene que saber siempre el coste final de lo que consumirá” y por eso remarca que “tiene que estar fijado con claridad” ya sea en la carta, o en la pizarra o en un código QR”.
Los Precios de los Cafés en Bares: Tiempo, Terrazas y el Límite de lo Abusivo
El precio de un café en los bares de España varía significativamente según el tiempo de consumo y el lugar donde se disfruta, especialmente si es en la terraza.
Este fenómeno, común en ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia, refleja tanto la dinámica del mercado como las preferencias de los consumidores, pero también plantea preguntas sobre cuándo un precio puede considerarse abusivo.
En un bar promedio, un café solo o cortado en el interior cuesta entre 1,20 y 1,80 euros, mientras que en la terraza puede incrementarse un 20-50%, llegando a 2,00-2,50 euros.
Este sobrecoste se justifica por el uso del espacio exterior, que implica licencias municipales, mantenimiento y, en algunos casos, tasas por ocupación de la vía pública.
En zonas turísticas o de alta demanda, como el centro de Barcelona o la Gran Vía madrileña, los precios pueden dispararse, con cafés que alcanzan los 3,50-4,00 euros en terraza, especialmente si se prolonga la estancia.
El factor tiempo también influye
Algunos bares, especialmente en áreas concurridas, aplican una presión implícita para que los clientes consuman rápido, pero no suelen cobrar más por permanecer más tiempo.
Sin embargo, en cafeterías de estilo más relajado o en terrazas premium, el precio inicial ya refleja la expectativa de una experiencia prolongada, con un servicio más atento o vistas privilegiadas.
¿Cuándo un precio es abusivo?
No existe una regulación estricta que lo defina, pero se considera excesivo cuando supera significativamente la media del mercado sin justificación clara.
Por ejemplo, un café a 5,00 euros en una terraza sin valor añadido (ubicación excepcional, servicio premium o calidad superior) puede percibirse como desproporcionado.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sugiere que precios por encima del doble de la media local, sin transparencia o servicios diferenciados, podrían calificarse como abusivos.
En conclusión, los precios de los cafés reflejan la ubicación, el tiempo de disfrute y el contexto, pero los consumidores deben estar atentos a incrementos injustificados, especialmente en zonas turísticas donde la demanda permite ciertas prácticas al límite.