No es una tarea tan fácil aparcar en un parking. Es más, cada día cuesta más. Es un problema de espacio y con difícil solución. La medida de los coches ha ido aumentando con los años y las plazas son las mismas. Los ingleses, acostumbrados a bautizar las situaciones, lo designan como la "autobesity", la obesidad de los coches.
En Barcelona, la normativa vigente es de 1978 y establece que una plaza tiene que medir, como mínimo, 4,50 metros de largo por 2,20 de ancho. Un espacio que hoy se ha quedado insuficiente.
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) del 2019, señala que el 54% de las plazas no tienen la medida necesaria. En concreto, un 30% son muy estrechas y un 24% tienen la medida muy justa.
El rector de la Asociación de parkings de Barcelona, Xavier Ferrer explica en la Cadena Cope "en los parkings, que hay columnas, se puede perder hasta un 40% del espacio total".