El sindicato CSIF denuncia la inseguridad de la comisaría de la Guardia Urbana en Ciutat Vella
El sindicato mayoritario del cuerpo policial ve en el Ayuntamiento de Barcelona el principal responsable por su "despreocupación hacia el cuerpo"

Eugenio Zambrano, portavoz del sindicato CSIF. Foto: CSIF, parking comisaría Ciutat Vella
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El sindicato mayoritario de la Guardia Urbana, CSIF, denuncia la grave situación de inseguridad que sufren en la comisaría de Ciutat Vella en Barcelona. Los problemas vienen de dos puntos: la falta de unas instalaciones adecuadas para hacer de comisaría y la proximidad de un edificio ocupado por menores no acompañados, inmigrantes ilegales, okupas y delincuentes con problemas con la justicia, según explican desde el CSIF.
De todos estos males el CSIF ve un claro responsable: el Ayuntamiento de Ada Colau. El portavoz del sindicato, Eugenio Zambrano, ve a la alcaldesa "más preocupada por sus vídeos de reggeaton que por el cuerpo de la Guardia Urbana, nos tienen descuidados y abandonados".
Zambrano ha explicado a los micrófonos de COPE que la comisaría de Ciutat Vella "es la que tiene más carga, tenemos 500 agentes en un espacio muy pequeño, vestuarios y comedor pequeños, es una comisaría más propia de una sede administrativa que de una comisaría".
Y si las instalaciones interiores no están preparadas tampoco lo están las exteriores. El parking del recinto está expuesto a los "vecinos" que tienen al lado: más de 30 okupas en unos apartamentos de lujo. El sindicato se queja al Ayuntamiento por permitir que "delincuentes comunes estén tan cerca de la comisaría" y explican algunos sucesos como asaltos al parking, lanzamiento de excrementos y objetos peligrosos, insultos y frases machistas a las agentes y la vulnerabilidad de su intimidad por grabaciones con los teléfonos móviles de los okupas.
A estos dos hechos que denuncia el CSIF se añaden los episodios habituales del barrio: peleas entre traficantes y vendedores ambulantes, la presencia de menores no acompañados y la gran cantidad de turistas, muchos de ellos víctimas de delincuentes comunes. A todo esto se añade el principal problema que tiene la ciudad y que la Guardia Urbana no quiere olvidar: la alterta 4 por terrorismo después de los atentados del 2017.