El abad de Montserrat presentará su renuncia este viernes tras 21 años en el cargo
Josep Maria Soler abandonará su responsabilidad al cumplir los 75 años, como marca la regla de San Benito

El abad de Montserrat presentará su renuncia este viernes tras 21 años en el cargo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Relevo obligado al frente de la abadía de Montserrat. El próximo viernes, Josep Maria Soler cumplirá 75 años y, tal y como marca la regla de San Benito, deberá presentar la renuncia al cargo frente a su congregación, la Benedctina Sublacente-Casinense. A partir de ese momento, se abrirá el proceso para elegir a su sucesor. Un proceso que, presumiblemente, culminará durante el mes de septiembre, cuando se conocerá el nombre de nuevo responsable de la abadía.
Soler, que se confiesa discípulo del obispo Pere Casaldàliga, profesó como monje de Montserrat en 1975 y fue ordenado sacerdote en 1980. Dos décadas más tarde, en mayo del año 2000, fue elegido abad en sustitución de Josep Maria Bardolet.
Votación secreta
El proceso de elección del próximo abad se vertebra en una votación secreta entre distintos sectores. Los aproximadamente 60 monjes que forman la comunidad y han hecho profesión solemne, los del monasterio de Santa Maria del Miracle (Solsonès) y la abadía de Sant Miquel de Cuixà (Conflent), que dependen de Montserrat, y los que estudian en Roma o Alemania. Todos ellos están llamados a la votación, en la que basta con la mayoría simple para ser elegido.
Una votación que se realiza en la sala capitular tras un primer encuentro de tanteo. Se debe tener en cuenta que todos los monjes son candidatos, pero no se les permite hacer campaña. Todo el proceso será supervisado por Guillermo León Arboleda, abad presidente de la congregación Subiaco-Montecasino, de la que depende Montserrat.
Un mandato con obstáculos
En los 21 años al frente de la abadía de Montserrat, Soler ha tenido que lidiar con algunos obstáculos. La más reciente es la pandemia, que ha hecho mella en la economía del santuario y sus instalaciones. Pero en el listado de preocupaciones también constan las dificultades para fomentar las vocaciones y para mantener la Escolanía.
Por otro lado, el mandato de Soler coincidió con la delicada situación política en Catalunya. En su momento, realizó algunos gestos para enderezar el procés. Por ejemplo, con su visita a los políticos presos y con su apelación a los partidos políticos de remar en la misma dirección en momentos de dificultad por la crisis del coronavirus.
Además, el actual abad tuvo que hacer frente a las denuncias por abusos contra el monje Andreu Soler, que le obligaron a crear una comisión investigadora. Una comisión que su suma a otra abierta hace un mes para suspender de su ministerio a otro monje por una denuncia más reciente.
De cara al futuro, el sucesor tendrá en su horizonte la organización del milenario del monasterio en el año 2025. Un evento que Soler considera "un momento de renovación para el santuario", según apuntó en unas recientes declaraciones a la revista Serra d'Or. En este sentido, se firmó un acuerdo hace pocas semanas con la Diputación de Barcelona para habilitar el subsuelo de las plazas que permitirá añadir alrededor de mil metros cuadrados de recorrido al museo de Montserrat.