Punch presentó una oferta vinculante para reindustrializar las plantas de Nissan en Cataluña, que la multinacional japonesa cerrará a finales de año. El grupo belga ha puesto sobre la mesa una inversión de 650 millones de euros para el proyecto, con el que aseguran que emplearán a 1.000 personas en 2023 y el doble a finales del 2025. "Nuestro proyecto asegurará el trabajo de la mayoría de empleados existentes y también asegurará la base de proveedores ", dijo en un comunicado el consejero delegado de Punch, Guido Dumarey. La empresa quiere invertir en las fábricas de la Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca para desarrollar tecnologías "basadas en la electricidad y el hidrógeno".

Punch presentará los detalles de su propuesta a los miembros de la comisión de reindustrialización el 22 de julio.

"Las instalaciones de Barcelona son perfectos para las ambiciones de Punch, teniendo en cuenta nuestra necesidad de mano de obra cualificada y una sólida base de proveedores", añadía Dumarey.

De momento, el grupo tiene 1.750 trabajos en 7 ubicaciones en Europa y Asia con una facturación anual de más de 500 millones de euros.

Punch ha escogido un antiguo directivo de Nissan, Andy Palmer, para liderar el proyecto gracias a su "profundo conocimiento" de la automovilística y "especialmente de su línea de vehículos eléctricos".