Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 30 de septiembre en Rubí a tres hombres, de 30, 33 y 37 años y vecinos de Barcelona, Cornellà de Llobregat y l'Hospitalet de Llobregat, como presuntos autores de siete delitos de hurto, estafas bancarias y pertenencia a grupo criminal, por robos cometidos en parkings comerciales.

La política catalana ha informado de que el 1 de octubre también detuvieron a otro hombre, de 45 años y vecino de Barcelona, como presunto autor de un delito de receptación.

En agosto los Mossos detectaron un incremento de delitos de hurto con el mismo método delictivo --una persona despista a la víctima, lanzando algo al suelo, y otra aprovecha el despiste para entrar al coche y llevarse el bolso-- y el posterior uso indebido de las tarjetas de crédito sustraídas, que utilizaban para comprar bebidas alcoholicas y revenderlas en comercios de Barcelona.

Los detenidos realizaban hurtos en aparcamientos cercanos a grandes superficies y tenían una gran movilidad dentro del territorio catalán: actuaron en Esparreguera, Martorell, Sant Andreu de la Barca, Arenys de Mar, Mataró, Reus y El Vendrell. Los tres pasaron a disposición judicial el 3 de octubre y quedaron en libertad con cargos, y el cuarto detenido responsable de receptación también quedó en libertad a la espera de que le cite el juez.