La salud cardiovascular puede verse comprometida en pacientes que se someten a tratamientos oncológicos. Para detectar los riesgos y acomodar la asistencia sanitaria, el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid cuenta con una unidad de Cardio-Oncología que vigila de cerca la salud cardíaca de los pacientes que han iniciado un tratamiento quioterápicos.

Esta unidad que nació en el año 2017, gracias a la financiación de la Consejería de Sanidad, cumple con una ambicioso objetivo: dar soporte a cardiólogos y hematólogos para la prevención, diagnóstico y tratamiento se las enfermedades cardiovasculares para que puedan continuar con el tratamiento antitumoral. La doctora Marina Revilla, responsable de la Unidad de Cardio-Oncología del Río Hortega de Valladolid, explica en el Mediodía en COPE Valladolid, que la unidad “es capaz de prevenir la toxicidad cardiovascular antes de que se produzcan”.

“Lo más complicado es decidir cuándo está tan mal o existe riesgo de desscompensación que no podemos o debemos interrumpir. Es una de las decisiones más complejas y siempre se toma de manera interdisciplinar”, ha señalado-

Cada semana pasan por esta unidad unos diez pacientes a los que se les hace un eco cardiograma y se les da un diagnóstico y un tratamiento. Predominan los pacientes con cáncer de mama, que es más prevalente. En estos casos, el tratamiento de quimioterapia genera un impacto en la salud d quimioterpaico general cardio toxicidad. Además de estos pacientes, se atiende a los afectados por linfomas o leucemias agudas.

Ejercicio físico clave para la salud cardiovascular

Se conoce el beneficio de la dieta equilibrada y del ejercicio físico moderado, pero existen pocos datos objetivos de cómo el ejercicio físico tiene en la prevención del daño cardiovascular por tratamiento antitumorales. La unidad está desarrollando un proyecto para evaluar el beneficio cardiovascular y la rehabilitación cardíaca en pacientes con tratamiento.

La doctora Revilla explica en el Mediodía de COPE que se necesita un año más obtener algún dato preliminar. Analizar todos los parámetros con un análisis de la calidad de vida, biomarcadores analíticos... “Se necesita tiempo para ver la evolución al inicio y a final de estas pacientes. Un año para reclutar suficientes paciente y suficientes datos”, comenta.