El inspirador testimonio de un joven de Valladolid: venció al cáncer y ahora estudia para ser médico

Fatiga. Ese fue el primer síntoma que sintió Álvaro Ruiz. Estaba jugando al baloncesto, con tan solo 11 años de edad, cuando comenzó a faltarle el aire. Se ahogaba.

Con el susto en el cuerpo fue trasladado a Urgencias. Y, tras las pruebas médicas, llegó el diagnóstico: linfoma.

Cáncer infantil

En aquel momento, según ha afirmado en Herrera en COPE en Castilla y León, “no” fue “muy consciente” de lo que le ocurría a su cuerpo y de lo que significaba la palabra cáncer. Los “dos primeros días” permaneció ingresado en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. Después fue derivado al Clínico, donde estuvo “mes y medio seguido”.

Con el curso ya empezado se vio obligado a cambiar su colegio, Agustinas, por el hospital. ¿Y cómo era la vida así? “La verdad que yo, como era un niño y los médicos y las enfermeras lo hacían tan ameno, no me suponía ningún problema”, ha reconocido este joven vallisoletano. Fue su familia quien lo pasó peor. Para él las estancias en el hospital acabó convirtiéndose en una “rutina”.

De noviembre a marzo no pudo ir al colegio. Tras ese primer mes y medio ingresado, intercalaba una semana en el Hospital y otra en casa. Y, en la última fase, un día en el Hospital y una semana “de descanso” en casa.

El profesor que ayudó a Álvaro a ser médico

En el Hospital Clínico Universitario de Valladolid “había un colegio”, ha explicado Álvaro. Pero “la verdad es que no fui mucho”, añade. Fueron sus profesores de Agustinas quienes le ayudaron “muchísimo” a continuar con sus estudios. Gracias a ellos no se vio obligado a repetir sexto curso de Educación Primaria.

Y de entre todos sus profesores Álvaro destaca a uno: Rodrigo. “Ojalá todos los niños puedan tener un profesor como él”, al recordar cómo le daba clases durante el tratamiento. Le tiene “tanto cariño”, que fue el propio Rodrigo quien le impuso la beca al graduarse en secundo curso de Bachillerato.

En la prueba de acceso a la universidad Álvaro sacó una nota de 13,33 sobre 14. Esa nota le ha permitido elegir carrera y ha elegido Medicina. “Lo que me pasó ha influido totalmente en que quiera ser médico”, ha reconocido concluido el primer cuatrimestre del primer curso. Lo que no tiene tan claro es que quiera dedicarse a la Oncología. Le gusta “mucho” la Cirugía.

La vida tras superar un cáncer

Álvaro tiene ahora 18 años. Han pasado siete desde que le diagnosticaran un linfoma y está “100 por 100 recuperado”. Sus revisiones “acabaron hace seis meses”. Pese a ello seguirá yendo “de vez en cuando” al médico “por si acaso”. ¿Vive un poco más alerta desde que superó un cáncer? “Sí”, ha asegurado. “Intento hacer mi vida lo más normal posible”, puntualiza, pero “un dolor en el pecho”, como el que pueda sentir cualquier otra persona, le “asusta”.

A pesar de lo vivido con tan solo 11 años de edad Álvaro sostiene que ha tenido una niñez “maravillosa” gracias a “mis amigos de toda la vida y mi familia, que me han ayudado en todo momento”. Aunque durante el tratamiento del cáncer fue “un niño sin pelo” y “que había engordado mucho en muy poco tiempo”, lo que provocaba que “la gente se quedaba mirando”, Álvaro tuvo “una buena niñez”.

En el Día Internacional del Cáncer Infantil, que se conmemora este 15 de febrero, ha querido lanzar a través de COPE un mensaje a las familias: “Fuerza, porque es un momento muy duro”. Pero también “confianza” y “esperanza” en la Medicina. La supervivencia en cáncer infantojuvenil supera el 80 por ciento.