El robo de tres tangas le ha salido caro a Samuel, un vecino de Peñafiel que en varias ocasiones accedió a la vivienda de su vecina en la localidad vallisoletana para hacerse con la minimalista prenda íntima. El inólito juicio celebrado hoy en el Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid ha concluido con el pacto de la condena a dos años de prisión por el robo continuado con fuerza en las cosas y casa habitada.
Los hechos se remontan a septiembre de 2018 cuando el joven decidió hasta en tres ocasiones, de madrugada, acceder a una vivienda ajena saltando el muro perimetral de ladrillo y una verja de una altura de 1,75 metros que rodea la casa, para disponer del tendedero de su vecina de las prendas íntimas.
Como atenuantes se ha tenido en cuenta la alteración psicológica por haber consumido drogas y el haber consignado antes del juicio 400 euros en la cuenta de la denunciante. Además, este insólito juicio ha concluido con una orden de alejamiento y es que Samuel, no podrá aproximarse al domicilio de la víctima a una distancia de 200 metros durante un periodo de cinco años, una cuestión sobre la que no ha ocultado su preocupación el propio condenado, ya que ambas viviendas podrían estar a menos de 200 metros la una de la otra.