VIVIENDA
Si puedes comprar un piso y tener trabajo estable ya no eres joven en España: "Una edad que ronda entre los 35 y 40 años"
Mar Gutiérrez, vicerrectora de Estudiantes de la USAL y profesora de Sociología, explica que en otros países la edad adulta se sitúa en los 29 años

Entrevista a Mar Gutiérrez, vicerrectora de Estudiantes de la Usal y socióloga
Salamanca - Publicado el
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Llevamos unos años que comprarse una vivienda cuesta, dicho de forma coloquial, “un ojo de la cara”. Los precios suben y suben pero los salarios se estancan. Y ya no solo eso es que el mercado laboral está complicado sobre todo para la gente joven que desea emanciparse cuando, por fin y si tiene suerte, trabaja de lo suyo; de lo que ha estudiado. O no pidamos mucho más, trabaja.
El precio de obra nueva está disparado y no está lejos el precio de los alquileres que también están elevados. Afortunadamente estamos en Salamanca, no en un Madrid o Barcelona o Pamplona. Según la Asociación de Profesionales Inmobiliarios de Salamanca durante este 2025 el mercado inmobiliario se caracterizará por un incremento moderado de los precios. Esto supone una subida de alrededor un 3.5% frente al 6% que se espera a nivel nacional.
En nuestra ciudad hay escasez de oferta y mucha demanda. La competencia es mayor por propiedades disponibles en zonas céntricas y bien comunicadas.
Existen organizaciones como Cáritas Diocesana de Salamanca que han intensificado sus esfuerzos para proporcionar ayudas al alquiler y suministros básicos; mientras que el Ayuntamiento de Salamanca también se esfuerza por crear vivienda pública en régimen de alquiler; pero no es suficiente para bajar los precios.

Edificio de viviendas
Generación bumerán y jóvenes hasta los 40
Existe hoy día lo que se conoce como la “generación bumerán”: jóvenes con trabajo pero que asfixiados porque no llegan a poder pagar el piso y sus gastos regresan al domicilio de los padres con el objetivo de ahorrar para poder comprar una vivienda.
Hablo desde mi propia experiencia. Y es cierto que el apoyo familiar es muy importante. Recuerdo mis inicios trabajando y compartiendo piso con otras tres compañeras en una ciudad diferente a la del domicilio familiar. Llegaba el sueldo del mes, justito, y luego los gastos de luz, gas y calefacción. A esto le tenías que sumar que tienes algo más de 23 años y tienes otros “gastos añadidos de la vida”. Al final, tenía que llamar a mis padres para que me ingresaran dinero para poder pasar el mes.
Sociológicamente hablando en COPE Salamanca nos cuenta la vicerrectora de Estudiantes de la USAL y profesora de Sociología Mar Gutiérrez que en España existe una visión familiar de apoyo de los padres a los hijos. Y al final son las familias las que soportan este problema de la vivienda de sus hijos.
También nos ofrece un dato curioso. “A diferencia de otros países donde la edad adulta se sitúa en los 29 años, en España se es joven hasta los 35 o 40 años. Y no es una cuestión de rejuvenecimiento, sino de cultura. Esa es la edad en la que un joven, a día de hoy, logra emanciparse: tener un trabajo estable y una vivienda".

Construcción de vivienda
La letra pequeña de ser una ciudad “muy turística”
Salamanca es una ciudad universitaria y también muy turística. Lo segundo no facilita el alquiler habitacional a los universitarios que vienen a la ciudad. Mar explica que “esta circunstancia tiene una consecuencia clara, muchos propietarios de pisos de alquiler de estudiantes se aprovechan de esa coyuntura ofreciendo alquileres a precios desorbitados”. No tienen en cuenta que son jóvenes que carecen de recursos y que los gastos al final corren a cuenta de las familias.
La vicerrectora de Estudiantes de la USAL propone dos soluciones. Una, incrementar la obra pública desde las instituciones y dos, poner un control a los alquileres.
“Los jóvenes universitarios son conscientes del problema de la vivienda”, nos dice Mar. Y es que hay muchos que lo viven cuando tienen que buscar piso. Se dan cuenta de lo caro que están y de los gastos que tienen que asumir. Por eso, lo más fácil es alquilar habitaciones y compartir piso y gastos.



