"El momento de elección del grado universitario que va a cursar un joven, exige conocerse a uno mismo". Esta máxima debería ser tomada en cuenta por parte de cualquier futuro estudiante universitario.

En declaraciones a COPE Salamanca, Amparo Jiménez, decana de la Facultad de Educación de la Universidad Pontificia de Salamanca, explica que este proceso es una de las etapas claves en la vida de una persona. Por eso los jóvenes deben tomar la decisión meditando en profundidad sobre sus propias inquietudes y capacidades, reflexionando sobre cómo se ven a si mismos en un futuro, desde el reconocimiento de quién somos, cómo nos vemos y lo que queremos.

Conocer el mercado laboral

También es preciso informarse y conocer la situación del mercado laboral, que está cambiando constantemente y que de forma dinámica va respondiendo al influjo de los avances tecnológicos.

Aunque la vocación no esté definida entre la mayoría de los jóvenes de 17 años, es también vital no tomar como única referencia las notas obtenidas en la prueba de acceso a la Universidad.

Los padres deberían respaldar su elección

En todo caso, pueden orientar sus pasos en función del asesoramiento que obtengan en los departamentos de orientación de los distintos centros. Sus padres y familiares, van a jugar un papel clave apoyando y reforzando sus decisiones. "Son muy jóvenes y siempre tienen derecho a equivocarse. Las asignaturas básicas que aprendan en los primeros cursos, les pueden llevar en ocasiones a cambiar de opinión y buscar otra opción".

"Si las decisiones de los alumnos no encajan con las expectativas de los padres, estos deberían respetar la elección del hijo, incluso cuando pueda equivocarse". Los padres deben acompañar en el proceso a su hijo desde la empatía y el cariño, sabiendo que es responsabilidad del joven esta difícil decisión".