Polémica por un proyecto de hidrógeno y amoníaco verde en Palencia: ¿riesgo ambiental y sanitario o motor de empleo y sostenibilidad?
Ecologistas en Acción alerta del riesgo de "fugas de amoníaco" con la implantación en el polígono de Baltanás de un "proyecto pionero en la descarbonización industrial" que permitiría generar 40 empleos directos

Planta de Hidrógerno verde
Palencia - Publicado el - Actualizado
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El proyecto de una planta de producción de hidrógeno y amoníaco verde promovido por Green Capital Development S.L. en el Polígono Industrial de Baltanás sigue generando un intenso debate entre quienes ven en él una oportunidad de desarrollo y quienes advierten de sus potenciales riesgos.
La compañía establecida en Pozuelo de Alarcón, Madrid, argumento en la presentación del proyecto que se trata de una iniciativa pionera en la descarbonización industrial, con una capacidad de 200 MW de electrolización y una inversión que permitiría generar 40 empleos directos.
La planta, que ocuparía "más de 41.000 m² distribuidos en 23 parcelas, aprovecharía la energía procedente de los parques solares y eólicos del Cerrato para producir hidrógeno verde, que posteriormente se transformaría en amoniaco verde, utilizado como combustible o materia prima para fertilizantes".

Plano de ubicación de la planta en el polígono de Baltanás
Desde Green Capital defienden que “este proyecto refuerza la transición energética y el uso de energías limpias”, subrayando que el amoníaco generado “permitirá reducir emisiones, crear empleo estable y dinamizar el polígono de Baltanás, infrautilizado desde hace una década”.
Sin embargo, Ecologistas en Acción ha mostrado su frontal rechazo al proyecto, asegurando que ni la Junta de Castilla y León ni el Ayuntamiento de Baltanás han evaluado adecuadamente los impactos ambientales y sociales. Según la organización, “el núcleo urbano, situado a apenas 600 metros, quedará expuesto a emisiones de compuestos de nitrógeno, amoníaco y otros contaminantes que afectarán directamente a la salud de los vecinos”.
La entidad alerta de que “la inhalación prolongada de estos gases puede causar daños respiratorios y efectos acumulativos graves”, recordando que fugas de amoníaco han provocado episodios de alerta y confinamiento en los últimos años en Lugo, Tarragona, Barcelona, Ciudad Real y Zaragoza (Plaza). “Estos precedentes demuestran que el riesgo no es teórico, sino real y documentado”, subrayan.

Aerogeneradores en Baltanás
Además del riesgo sanitario, Ecologistas en Acción teme que el amoniaco afecte a la fábrica de quesos de Baltanás, ya que “las concentraciones elevadas pueden alterar los sensores de humedad y temperatura de los equipos de maduración, comprometiendo la calidad del producto”. También advierten de las repercusiones sobre los proyectos turísticos de la zona, como la recuperación del barrio de las bodegas, así como sobre los alojamientos rurales y restaurantes del Cerrato.
Otro punto crítico señalado por el colectivo es el elevado consumo de agua. El proyecto prevé extraer más de 350.000 m³ anuales (un millón de litros diarios) de los acuíferos locales mediante sondeos de 380 metros de profundidad. “Esto reduciría drásticamente la disponibilidad de agua para el abastecimiento humano, la agricultura y la ganadería”, denuncian, confiando en que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) mantenga su decisión de denegar la concesión de aguas subterráneas, ya archivada por falta de documentación.
Por su parte, Green Capital asegura que “el agua se tomará de sondeos propios y no afectará al suministro municipal”, y que se trata de un proyecto seguro y monitorizado, con todas las garantías medioambientales exigidas por ley.

Panorámica de Baltanás
Mientras tanto, el debate sigue abierto. Ecologistas en Acción concluye que “el progreso no puede construirse a costa de la salud de las personas ni del equilibrio ambiental de la comarca”, mientras la promotora insiste en que “el amoníaco verde es una oportunidad real para el futuro industrial y sostenible del Cerrato palentino”.
La decisión final dependerá de las autorizaciones ambientales y hídricas en curso, así como del dictamen de la CHD y de la Junta de Castilla y León, que deberán determinar si Baltanás acoge finalmente esta planta.