Después de que los más de 700 miembros adheridos a la plataforma de afectados de la hostelería declarasen, tanto a Mañueco como a Igea, como personas "non gratas" en sus establecimientos y solicitasen la dimisión inmediata de ambos, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha respondido a estos empresarios en un tóno irónico y jocoso. Según el vicepresidente, ambos «no están en su puesto para ser agradables y simpáticos» y añade que él «no se ha presentado al concurso de Mister España», sino que se limita a llevar cabo su labor en la Administración Regional.
Además, el vicepresidente de la administración subraya que su obligación es intentar proteger la vida y la salud de las personas, aunque es consciente de que, desde la Junta de Castilla y León, deben ayudar a un colectivo muy castigado por las restricciones sanitarias. Igea declara que la Junta no puede tomar decisiones «como un concurso de popularidad», sino que se trata de un ejercicio de responsabilidad en el que están en juego la vida de muchas personas y que exige, en ciertas ocasiones, tomar decisiones que «no son comprendidas por algunos sectores».
Tras conocer la opinión y contestar a los hosteleros palentinos, Francisco Igea anunció, tras la evolución de los datos epidemiológicos, el levantamiento del confinamiento perimetral entre provincias, manteniendo el confinamiento autonómico. También, se tomó la decisión de eliminar el aforo mínimo de 25 personas en los templos de culto, quedando limitado a un tercio del aforo total.