Esta semana los operarios han comenzado a pintar la calzada central de la calle Ordoño II. Era parte del proyecto de peatonalización que ha tenido numerosos detractores en la capital leonesa.

Las obras para culminar la peatonalización de la principal avenida de la ciudad de León entran en su recta final y prosiguen las tareas para pintar la nueva capa de asfalto, que ha igualado la altura de las aceras y la calzada, siguiendo un diseño con triángulos en tonos verdes, grises y marrones.

El alcalde de León, José Antonio Diez, ha explicado que la obra estará totalmente terminada en dos semanas, aunque este plazo podría variar en función de las condiciones meteorológicas, puesto que la aplicación de los 16.000 kilos de pintura incluidos en el proyecto deberá paralizarse en caso de que llueva.

Además, ya se ha adecuado la plataforma en la que se ubicará el aula didáctica con monolitos de los reyes de León, que contarán con códigos QR para poder acceder a la historia de cada uno de ellos a través de dispositivos electrónicos.

La pintura llegará posteriormente a Alcázar de Toledo, puesto que el proyecto prevé también la peatonalización de esta calle hasta su entronque con San Agustín.

Las obras tienen un coste de 414.000 euros y suponen la supresión del paso de los autobuses por Ordoño, por lo que únicamente podrán circular los vehículos de residentes, emergencias y carga o descarga. Cabe recordar que el tráfico privado se había restringido en agosto del pasado año como un primer paso hacia la peatonalización de la principal avenida de la capital.

La remodelación de Ordoño no es ajena al debate político, puesto que mientras el alcalde la pone como ejemplo a seguir para implantar un nuevo modelo de ciudad que la posicione como referente del turismo de interior, la oposición carga contra el proyecto por ejecutarse en un momento de crisis sanitaria, económica y social provocada por el coronavirus.