Las ‘Radium Girls’: las mujeres que brillaron en la oscuridad… y murieron por ello
En 1917, un grupo de jóvenes trabajadoras de Nueva Jersey comenzó a pintar relojes con una sustancia radiactiva sin saber que su labor cambiaría para siempre la historia de la seguridad laboral

Ponferrada - Publicado el
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En la primavera del año 1917 un grupo de mujeres comenzaba a trabajar en la todopoderosa compañía 'United States Radium Corporation' de New Jersey. Su labor consistía en pintar con líquido fosforescente los diales de relojes y contadores para que brillaran en la oscuridad.
El descubrimiento del radio
Descubierto por los esposos Marie y Pierre Curie en 1898, el radio (Ra) es un elemento químico altamente radiactivo. Su peligrosidad radica en la similitud de sus átomos con los de calcio, por lo que, una vez absorbido por vía oral, se concentra en los huesos, causando graves enfermedades con resultado de muerte.
Una pintura luminosa y letal
Aprovechando el hallazgo del matrimonio Curie, W.J. Hammer combinó sales de radio con pegamento y sulfuro de zinc, obteniendo una extraordinaria pintura luminiscente que relucía por la noche. Durante la Primera Guerra Mundial y por encargo del ejército de los EE. UU., la compañía “United States Radium Corporation” usó el invento de Hammer para producir la pintura “Undark”, gracias a la cual los militares norteamericanos podían consultar todo tipo de instrumentos en la penumbra, obteniendo una gran ventaja sobre sus adversarios
Sin advertencias ni protección
Nadie advirtió jamás a estas jóvenes sobre los riesgos que conllevaba su trabajo. Es más, sus superiores les aconsejaban afinar las cerdas de las brochas con los labios para aplicar la pintura con más precisión, mientras los químicos y científicos se protegían con guantes plomados, máscaras y pantallas de plomo para manipular el producto
Obreras patrióticas y sacrificadas
Obreras que trabajaban infatigablemente pintando hasta 200 relojes al día, entusiasmadas con la idea de colaborar con su país inmerso en la Gran Guerra. Estas muchachas absorbían el radio por vía oral, radio que se acumulaba en el hueso, especialmente en la mandíbula
El horror se hace visible
No tardaron en aparecer los primeros casos “aparentemente inexplicables” de anemia, fracturas óseas, hemorragias, necrosis de mandíbula, pérdida de dientes, displasia y osteosarcomas, hasta causarles la muerte. Finalmente, en 1925, algunos médicos cuya ética no había logrado comprar la corporación atribuyeron estas patologías a la toxicidad del radio. Ese veneno las estaba matando lentamente.
David contra Goliat
Las empleadas demandaron a la compañía, que trató por todos los medios de esquivar su responsabilidad, falsificando informes y sobornando médicos sin escrúpulos que testificaron a su favor. Ahí empezó la verdadera lucha: “David contra Goliat”.
La victoria de las “Radium Girls”
Sin embargo, las “Radium Girls”, como las apodó la prensa y los distintos medios de comunicación norteamericanos, ganaron contra todo pronóstico la batalla legal en 1927, tras años de litigio durante los cuales su salud se deterioraba poco a poco. Por desgracia, solo cinco mujeres sobrevivieron para ver el amargo triunfo.
Un legado imborrable
A pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, la compañía nunca reconoció su culpabilidad. Pero aquellas muertes no fueron en vano, ya que consiguieron cambiar la legislación laboral. La sentencia sentó jurisprudencia y marcó los precedentes legales para redactar los primeros reglamentos modernos de seguridad y salud en el trabajo.

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Sobre la colaboradora de COPE: Silvia Rodríguez
Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana en ‘Con otra perspectiva’, disponibles en Cope.es/Bierzo.
Licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, Silvia decidió estudiar esta carrera por su pasión por la lengua y la literatura. Disfruta leyendo, escribiendo y escuchando buena música. Además, es feliz trabajando en equipo y cree firmemente que “estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.
Silvia también es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una labor destacada en la comarca. Enamorada de la enseñanza, es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal. Se define como una persona vital, alegre, optimista y con gran sentido del humor. Además, realizó el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del escritor Miguel Velasco Nevado.

Silvia Rodríguez Álvarez, colaboradora de COPE



