“EL HECHIZO DE BALBOA”

Las pallozas humildes, majestuosas nos dan la bienvenida a Balboa, un pueblo de leyenda ubicado en los Ancares leoneses. Cofre intacto de una forma de vida, de una cultura, las pallozas guardan celosamente la memoria de nuestros ancestros, exhibiendo pletórica sus techos de paja laboriosamente entrelazados por las manos expertas de los artesanos de antaño, mientras desgranaban en la magia del filandón, al amor de la lumbre, en la lareira una miscelánea de cuentos, refranes, mitos, trasgos, demonios y realidades que invitaban a la fantasía interrumpidos ocasionalmente por el atento vagido de los animales que compartían protagonismo con sus moradores. Entretanto el universo se descuelga plácido, escuchando ensimismado el barboteo confuso del agua atravesado por el amoroso abrazado del viento que se une al hechizo de la niebla enredada entre los espectrales brazos de los castaños cubiertos de espinas “quasi" descarnados por la caricia de los erizos que elevan sus súplicas al castillo, que mohíno abandona su impuesto anonimato. Vestigio decrépito que contempla azarado su propia ruina en el que fuera escenario de cruentos combates entre leoneses y gallegos en la Edad Media. En este valle que fuera propiedad privada de los García Rodríguez de Valcarce, pasando a los Condes de Lemos y posteriormente a los Marqueses de Villafranca. Cuna de célebres descubridores como Vasco Núñez de Balboa, del que se dice era descendiente de los señores de Balboa.

Orgulloso el castillo, mira de reojo a la iglesia de Santa Marina. No en vano, es una de las Iglesias renacentistas más importantes del Bierzo. Construida por Juan de Pedrosa en el Siglo XVI sobre otra Románica. Está hecha de mampostería y de una sola nave dividida en cuatro tramos y cubierta con bóveda de cañón, cuyo retablo mayor, presume Balboa, es obra de Lucas Formente, data de 1575, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1993.

Retablo que se ha visto afectado por el incendio declarado en la madrugada del pasado martes en el templo, que por fortuna no ha ocasionado graves daños a esta joya artística. Esta tierra atesora además una riquísima colección de mitología. Viejas historias y cuentos que nos hablan de seres fantásticos que pueblan el imaginario rural, como los ‘Mouros’ pobladores legendarios de este paraje, duendes bienhechores, personajes encantados que se ocultan en cuevas y únicamente se aparecen en ocasiones excepcionales.

También cuenta la leyenda que en las noches de tormenta, si escuchas con atención puedes oír al ‘Renubeiro’ descargar su furia, desencadenando truenos y relámpagos, azotando o donando a su antojo a la lluvia por los altos de Penarrubia o Mustallar.

Balboa tierra de pallozas, de castaños y de tradiciones. Balboa mítica, hechizada, mágica, Balboa eterna.

SILVIA RODRÍGUEZ, COLABORADORA DE COPE BIERZO

Silvia Rodríguez es colaboradora de COPE Bierzo desde el 24 de junio de 2019. La podréis leer y escuchar los lunes en la sección de opinión bajo el título ‘Silvia en COPE Bierzo’ y los fines de semana ‘Con otra perspectiva’ en Cope.es/Bierzo.

Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca, decidió estudiar esta carrera porque le apasiona la lengua y especialmente la literatura. Además, le encanta leer, escribir y escuchar buena música. Es feliz trabajando en equipo y entiende “que estamos aquí para ayudar y hacer felices a los demás”.

Además, es socia fundadora del Banco de Alimentos del Sil y colabora con esta ONG que realiza una gran labor en nuestra comarca. Enamorada de su profesión, la enseñanza. Es profesora de inglés, lengua y literatura en la Academia Corcal.

Se define como una persona vital, alegre, optimista y sobre todo con gran sentido del humor. Además, ha realizado el prólogo del libro ‘Chuma. El Valle del Silencio’ del andaluz Miguel Velasco Nevado.

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