Personas mayores que no quieren vivir solas acogen en su casa a jóvenes que no conocen: el programa que da una solución a universitarios sin piso
El Programa de Alojamientos Compartidos de la Universidad de Burgos busca combatir la soledad de las personas mayores y facilitar vivienda a estudiantes. Conocemos la historia de Candi y Mª Paz en Burgos

Personas mayores que no quieren vivir solas acogen en su casa a jóvenes que no conocen: el programa que da una solución a universitarios sin piso
Castilla y León - Publicado el - Actualizado
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Un piso compartido, pero con una peculiaridad: dos generaciones muy distintas bajo el mismo techo. Esa es la esencia del Programa de Alojamientos Compartidos de la Universidad de Burgos (UBU), una iniciativa que desde 2006 busca combatir la soledad en personas mayores, facilitar vivienda a estudiantes y demostrar que convivir puede ser una experiencia transformadora.
“Yo, más que nada, por tener compañía. Y luego, hablar con ella, que es más joven, te aporta unas ideas, tú le aportas otras. Y así tenemos una convivencia buena, a mi me gusta hablar con los jóvenes”, explica Mª Paz Santamaría, una de las participantes del programa, que este curso comparte casa con Candi Guzmán, una estudiante llegada a Burgos en marzo de 2024.
dos motivaciones muy diferentes
Para Mª Paz, la motivación principal no es económica. “No es que me sienta muy sola, pero estás más acompañada”, cuenta. Candi, por su parte, reconoce que el aspecto económico influye: “Claro, es uno de los principales. Pero la verdad es que está muy bien. La convivencia con Mª Paz ha sido muy satisfactoria”.

Personas mayores que no quieren vivir solas acogen en su casa a jóvenes que no conocen: el programa que da una solución a universitarios sin piso
La responsable del programa, Lourdes Bustamante, detalla que en este inicio de curso son unas 10 convivencias activas, lo que supone alrededor de 20 participantes. “El programa ya lleva desde 2006. Tuvo sus años de bonanza, pero con la pandemia se frenó un poquito. Ahora hay muchos más estudiantes que personas mayores interesadas”, explica. Esa es, precisamente, la principal dificultad: animar a los mayores a dar el paso. “Nos está costando que se animen y tampoco entiendo muy bien por qué, porque realmente es una experiencia extraordinaria que beneficia mucho a las dos partes”.
La convivencia entre Candi y Mª Paz va más allá de lo doméstico. “He aprendido bastante sobre ella y sobre la cultura española, especialmente, porque como tengo muy poco tiempo, la convivencia ha sido maravillosa. He conocido palabras nuevas, lugares nuevos. Ella me ha ayudado mucho”, cuenta la estudiante, que asegura que la experiencia también le ha servido para reflexionar sobre cómo ve la vida su generación.
la persona mayor abre su casa a un estudiante
El programa funciona de manera sencilla: la casa es siempre la de la persona mayor, que abre las puertas a un estudiante. Normalmente no hay alquiler, solo un reparto de gastos, aunque en el caso de Mª Paz y Candi acordaron una fórmula distinta. “Más que alquiler, es una ayuda a la comida: 250 euros”, aclaran.

Personas mayores que no quieren vivir solas acogen en su casa a jóvenes que no conocen: el programa que da una solución a universitarios sin piso
Además de ser un apoyo económico para los jóvenes, la iniciativa busca también dar sentido de hogar a quienes llegan a la capital burgalesa. “Yo como estudiante, aparte de que pueda tener problemas económicos, es que estoy buscando no solo un alojamiento, estoy buscando un hogar, alguien con quien yo pueda estar tranquilo, compartir mi tiempo. Luego se generan relaciones buenísimas, como es el caso de Candi y Mª Paz”, señala Lourdes Bustamante.
A pesar de los beneficios, muchas personas mayores todavía muestran reticencias. Lourdes Bustamante lo atribuye al miedo a lo desconocido: “Hay mucha gente que nos dice: ‘qué interesante, qué bien me vendría’, porque hay momentos en los que se sienten solos, pero luego tienen reticencia, quizás por el miedo a qué se van a encontrar”.
Mª Paz, sin embargo, anima a sus contemporáneos a intentarlo: “Es una experiencia que tratas con una persona más joven. Tienes otro tipo de conversación”. Candi coincide: “Yo lo que les animo a las personas mayores es que lo intenten, porque es muy buena experiencia, no solamente para ellos, también para el estudiante. A veces, como venimos de lejos, es difícil adaptarse al lugar, a las personas, al estudio. Y cuando tienes una compañía que sea para despejar la mente y salir un rato a pasar un momento lindo, eso lo cambia todo”.
Con casi dos décadas de recorrido, el Programa de Alojamientos Compartidos de la Universidad de Burgos se ha consolidado como una alternativa, donde el intercambio de experiencias, valores y compañía, hacen mucho más enriquecedora y asequible la experiencia de compartir piso.