Los vecinos de un pueblo de Burgos se unen en su monasterio para trasladarnos hasta hace 1.000 años
La inciativa de los vecinos y el párroco de la Iglesia derivó en una tradición que se mantiene casi 40 años después y en la que, cada año, trabajan durante meses
Burgos - Publicado el - Actualizado
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Los vecinos del pueblo burgalés de Oña, de poco más de 1.000 habitantes, están llevando a escena un año más su representación del 'Cronicón de Oña'. Este es un clásico de cada verano por estas fechas, una Fiesta de Interés Turístico Regional que narra parte de la historia de Burgos y Castilla y León.
Desde este pasado miércoles y hasta el domingo, a las 22.00 horas, el monasterio de San Salvador está volviendo a revivir la historia de hace más de mil años atrás.
La fundación del Monasterio de Oña
Nos trasladamos hasta finales del siglo X, principios del XI, después de la muerte del conde de Castilla, Fernán González. Durante aquellos años, después de su fallecimiento, se producen una serie de acontecimientos, entre ellos la fundación del Monasterio de Oña, por parte de Don Sancho, nieto de Fernán González, y su mujer, Doña Urraca.
En COPE, nos ha explicado esta historia la presidenta de la Asociación Cultural 'El Cronicón de Oña', Berta Tricio: "En los años precedentes a la fundación del monasterio, el conde Sancho García tuvo que batallar contra Almanzor, reunir fuerzas con los castellanos, los leoneses, los navarros... para vencer al caudillo cordobés. Eran tiempos en los que las disputas territoriales eran frecuentes. Todo eso se va contando en la primera parte del 'Cronicón' hasta que, por fin, el conde Sancho García consigue vencer a los musulmanes. Incluso fue un hombre que medió en el califato cordobés", relata.
El Monasterio de Oña fue fundado para que fuera el panteón de la familia de Don Sancho. De hecho, contiene los restos mortales de los condes fundadores y de su hijo, el Conde García Sánchez; y también de los reyes, el Rey Sancho III el mayor de Navarra y su mujer la Reina Munia. También los restos mortales de Sancho II de Castilla.
La importancia de los orígenes de este monasterio en la historia de Burgos es lo que se narra en esta representación del 'Cronicón de Oña'. "Tiene la particularidad de celebrarse en el mismo lugar donde acontecen los hechos. Estamos en el Monasterio de San Salvador. Es un lujo poder hacer una interpretación de la recreación histórica, donde se fraguó toda esta historia", explica Berta Tricio.
Los orígenes del 'Cronicón'
La de este año es la edición número 36, de una tradición que nació hace casi 40 años y que se fraguó en la iglesia de Oña. Por aquel entonces, el párroco del pueblo era Agustín Lázaro, quien posteriormente fuera fabriquero de la Catedral de Burgos. Él y un grupo de vecinos plasmaron la idea de poder contar de esta manera tan espectacular el patrimonio de la localidad.
A pesar de que la historia, sigue siendo la misma, cada año, intentan ofrecer algo nuevo para que los visitantes repitan en una cita habitual de estas fechas. "La interpretación de los actores, que es estupenda; el rigor histórico; el vestuario, que es riquísimo. Yo creo que es un conjunto. Al final, resulta muy atractivo y muy sorprendente para quien no haya visto la primera vez, realmente es un espectáculo muy sorprendente", comenta en COPE la presidenta de la Asociación Cultural 'El Cronicón de Oña'.
Una representación que llevan a cabo los vecinos de la localidad y que lleva un largo trabajo detrás. Varios meses antes se ponen manos a la obra para preparar toda esta escenografía única. El Cronicón de Oña quiere un año más, seguir maravillando al público que se acerca hasta Oña desde diferentes lugares de España.