Eduardo Heras: “Acoger a un niño saharaui es una experiencia que transforma a toda la familia”
El presidente de la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaui denuncia un retraso de 15 días en la llegada de los menores por problemas administrativos con los pasaportes colectivos

Eduardo Heras, presidente de la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaui
Burgos - Publicado el
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Este verano, los niños saharauis del programa ‘Vacaciones en Paz’ han llegado más tarde de lo previsto a Burgos. En lugar del 3 de julio, como estaba inicialmente programado, han tenido que esperar hasta el 17 para poder viajar a España. ¿El motivo? Problemas administrativos relacionados con la tramitación de los pasaportes colectivos.
Así lo ha explicado Eduardo Heras, presidente de la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaui, en una entrevista en COPE, donde ha detallado que “los niños han perdido dos semanas de estancia en España y eso es tiempo que ya no se recupera”. A pesar del contratiempo, Heras se muestra optimista: “Lo importante ahora es disfrutar el tiempo que están aquí”.
Cuatro veranos acogiendo al mismo niño
Heras no solo representa a la asociación, sino que también forma parte activa del programa como familia de acogida. Desde hace cuatro años recibe cada verano a un mismo niño saharaui, que este mes ha cumplido 11 años. “En cuanto pueden repetir con la misma familia, nosotros encantados. Ya tenemos una relación muy estrecha, no solo con él, sino con toda su familia”, comenta.

Este programa permite a los menores escapar durante el verano de las duras condiciones del desierto
Según relata, este vínculo se extiende durante todo el año. “Mantenemos contacto constante con ellos, nos contamos cómo celebramos las fiestas, incluso este año hemos tenido la suerte de poder ir a visitarlos a su casa en los campamentos de Tinduf. Ha sido muy emocionante”, asegura.
El proyecto, que lleva más de dos décadas desarrollándose en la provincia, permite a los menores escapar durante el verano de las duras condiciones del desierto, disfrutar de una alimentación equilibrada y someterse a revisiones médicas. “Allí ahora están a más de 45 grados. Las carencias son enormes, pero a pesar de eso, te dan todo lo que tienen. Son gente humilde, sencilla, generosa”, destaca Heras.
17 niños repartidos por la provincia de Burgos
Este año han llegado 17 menores saharauis a la provincia de Burgos —uno más ha sido acogido por una familia de Soria—. Aunque algunos residen en la capital, la mayoría están en pueblos de la provincia como Aranda, Miranda y otros núcleos rurales. “Los pueblos tienen un encanto especial para ellos. Se mueven con más libertad, pueden jugar por la calle, algo que en las ciudades hoy en día es más difícil”, subraya.
El presidente de la asociación hace también un llamamiento a los burgaleses: “Animo a quien sienta curiosidad a que se acerque a conocernos, aunque solo sea para saber qué hacemos. Si luego deciden acoger a un niño, estupendo. Y si no, al menos conocerán una realidad que existe y necesita apoyo”.
Los menores permanecerán en la provincia hasta principios de septiembre, cuando regresarán a los campamentos de refugiados. Lamentablemente, el retraso en la llegada no será compensado con una prolongación del viaje. “Una pena, porque el tiempo que pierden al principio no se les devuelve al final”, lamenta Heras.
A pesar de todo, su mensaje final es claro: “Lo importante es aprovechar cada día que están aquí. Cada verano con ellos es una experiencia enriquecedora que transforma, une a las familias y te hace valorar más lo que tenemos”.