Dos presos se fugan de la cárcel de Burgos durante una etapa del Camino de Santiago

Dicen que el Camino de Santiago transforma a quien lo recorre. Que sus senderos invitan a la introspección, al cambio, incluso al perdón. Pero el pasado 28 de mayo, dos internos del centro penitenciario de Burgos vieron en la Ruta Jacobea una oportunidad muy distinta: la de la huida. En pleno trazado del Camino, entre campos de cereal y pasos de peregrinos, aprovecharon una salida controlada para burlar la vigilancia penitenciaria y no regresar nunca más a la cárcel de Burgos.

La información, confirmada por fuentes del centro penitenciario a la agencia EFE y ratificada por Instituciones Penitenciarias, ha generado una notable inquietud en el entorno penitenciario, aunque las autoridades subrayan que se trata de un hecho aislado. Hasta la fecha, y pese a los esfuerzos de búsqueda, no se ha conseguido localizar el paradero de estos dos reclusos fugados.

Aprovecharon Una ruta por Palencia

Los internos, de los que no se han facilitado más datos personales, formaban parte de un grupo de doce presos que participaban en una salida organizada para recorrer una etapa del Camino de Santiago a su paso por la provincia de Palencia. Estas actividades, de carácter rehabilitador y autorizadas siempre por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, son frecuentes en el calendario del centro y están planteadas como una forma de reinserción social a través del contacto con la naturaleza, la convivencia en grupo y la cultura jacobea.

Sin embargo, en esta ocasión, la marcha dio un giro inesperado. Cuando se detectó la ausencia de los dos internos, se suspendió de inmediato la actividad, y tanto el resto de presos como los funcionarios y responsables que los acompañaban regresaron a la prisión de Burgos.

Un caso aislado en una actividad consolidada  

Desde Instituciones Penitenciarias insisten en que este tipo de salidas se desarrolla bajo criterios de selección estrictos y con una vigilancia adecuada. A lo largo del pasado año 2024 se han realizado ya 14 salidas de este tipo, y un total de 48 desde que se implementó esta línea de trabajo con internos del centro penitenciario de Burgos. En todas ellas, salvo la última, los participantes regresaron sin novedad, cumpliendo con los objetivos marcados y demostrando compromiso con su proceso de reinserción.

El suceso, no obstante, obligará ahora a revisar los protocolos de este tipo de actividades extramuros, que combinan beneficios penitenciarios con acciones de apertura al exterior. La fuga, aunque inusual, ha puesto en evidencia los riesgos que siempre entraña cualquier medida de flexibilización en el régimen de cumplimiento de penas.

Mientras tanto, la Guardia Civil y las fuerzas de seguridad del Estado mantienen activa la búsqueda de los dos fugados. Y el Camino de Santiago, testigo mudo de la fuga, sigue su curso entre peregrinos que caminan en busca de redención… y otros que, esta vez, caminaron para escapar.