Durante las últimas semanas hemos hablado en muchas ocasiones sobre la problemática que padecen nuestros agricultores y ganaderos. Precisamente, esta próxima semana habrá nuevas concentraciones el lunes en la provincia de Ciudad Real, el martes en Cuenca y el jueves en Albacete y al hilo de estas reivindicaciones hemos comprobado como es el día a día de nuestros agricultores en un pueblo de Cuenca.

En concreto, me refiero al día a día de la compañía Olivares de Altomira, una empresa agrícola familiar que está ubicada en la localidad de Vellisca, en la comarca de la alcarria conquense. En el año 2010 acometieron el proyecto de recuperación de olivares centenarios abandonados desde la década de los setenta, como consecuencia de la paulatina despoblación de la comarca.

Estos olivares recuperados, dispersos en pequeñas parcelas en plena Sierra de Altomira, son en su totalidad de cultivo ecológico y de una variedad única y autóctona de la comarca natural de la Alcarria: la variedad Verdeja o Castellana, según explica en declaraciones a COPE Sonia Pastor, responsable de la empresa.

Animados por estas dos figuras de calidad reconocidas: Cultivo ecológico y Denominación de Origen Protegida, fue como, algunos años después, se acometió la segunda fase del proyecto agrícola, que consistía en poner en funcionamiento una almazara propia, que permitiese controlar todo el proceso de elaboración de aceite, desde el árbol hasta el embotellado y la comercialización. Así fue como en 2016, recuperando las instalaciones de una antigua fábrica extractora de aceite de principios del siglo XX que estaba abandonada, nació la actual almazara Olivares de Altomira. Por cierto, en los trabajos de acondicionamiento de la misma intervinieron albañiles, herreros, fontaneros o proveedores de materiales de Vellisca y de pueblos muy cercanos.

Esta almazara, de modernas instalaciones y energéticamente autónoma, lleva en funcionamiento las cuatro últimas campañas, extrayendo Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico con denominación de Origen Protegida “Aceite de la Alcarria” de una excelente calidad.

Estos Aceites de Oliva Virgen Extra son el resultado de un extraordinario trabajo, tanto en el campo (mimando al máximo el cultivo, la recolección temprana y la selección del fruto) como en la almazara (con un esmerado y minucioso proceso de molienda y extracción). Todo ello les ha llevado a ser reconocidos y premiados en concursos del sector, incluso a nivel internacional.

Esta familia de emprendedores apostó por dar continuidad a la empresa agrícola familiar, en una de las zonas más despobladas de la España vaciada, poniendo en marcha un proyecto basado en el sector primario y aportando su granito de arena en la generación de actividad económica en el mundo rural y en consecuencia, en la lucha contra la despoblación.

Escucha en la parte superior de esta noticia las palabras de Sonia Pastor que ha charlado con Cristóbal Cabezas sobre su día a día en Olivares de Altomira, una empresa agrícola familiar que está situada en la comarca de la alcarria conquense.