"Papá, o la matas tú o la mato yo"
Según una encuesta a nivel nacional de CSIF, más del 50% de profesores revelan haber sufrido agresiones por su alumnado, el 12% de ellos, físicas. En COPE Guadalajara, escuchamos el testimonio de una víctima

Según la encuesta de CSIF, más del 22% de docentes han recibido agresiones a través de redes sociales
Guadalajara - Publicado el
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En los coletazos del curso escolar 2025-2026, en COPE Guadalajara nos hemos acercado a las aulas de la provincia para comprobar que, en tan sólo unos días, echarán el cierre por vacaciones estivales con una asignatura pendiente: erradicar o, al menos, reducir los casos de agresiones a los docentes.
Según una encuesta de CSIF realizada a más de 5.000 docentes a nivel nacional, más del 50% confiesan haber sido víctimas de agresiones. De ellos, más del 12% relatan agresiones físicas y, el 22%, a través de redes sociales.
Para poner voz a esta realidad preocupante, aunque en este caso distorsionada para preservar su identidad, en Mediodía COPE en Guadalajara, hemos escuchado el testimonio de una profesora de Educación Secundaria de Guadalajara, víctima de amenazas de muerte por parte de una alumna, de la que, incluso, ha sido tutora.

Campaña de CSIF contra las agresiones en el ámbito educativo
"La he tenido dos cursos consecutivos y es una alumna muy, muy mimada en casa y estaba acostumbrada a saltarse las normas, a hacer lo que le daba la gana" -ha explicado, recordando que, un día de tantos que llegó a clase, se la encontró "hablando y como burlándose de sus compañeros".
Al negarse a ocupar su pupitre, la docente le dejó claro que, de no cesar en su comportamiento disruptivo e irrespetuoso, no tendría más remedio que "mandarla a convivencia".
Fue entonces, cuando "se puso chula, retadora" y, a pesar de la prohibición de utilizar el teléfono móvil en clase, "llamó a su padre y le dijo papá, o la matas tú o la mato yo, pero voy a matarla".
"Yo no perdí en ningún momento la calma" -nos ha asegurado la víctima, con la certeza de que "eso todavía la enfurecía más".
Ante la duda de que la agresora llevara a cabo sus amenazas, pidió al delegado de clase que "fuese a conserjería a buscar a algún conserje" y, además, con las voces y el revuelo, acudieron otros profesores del centro, aunque, tal como ha subrayado nuestra protagonista, continuó dando clase hasta que "sonó el timbre del descanso, del recreo, y me bajé a Jefatura de estudios y dije que iba a denunciarlo a la policía, más que nada por si me ocurría algo, para que realmente supieran en casa lo que había pasado".

Las agresiones a docentes son, en su mayoría, infringidas por los alumnos en el día a día
Sin embargo, tras la denuncia y el juicio, la única consecuencia para la alumna fue "la expulsión máxima de 15 días", que, para la denunciante es "muy poco, pero es lo que está estipulado por la ley", prácticamente dos semanas lectivas durante las cuales "yo le mandaba la tarea, le traté como a una alumna más, incluso vino a exámenes".
De ahí, que, pese a que la profesora guadalajareña ha confesado ser "muy fuerte" y gustarle "mucho" su trabajo, también ha reconocido que el desempeño de su profesión en estas circunstancias es "complicado" y "muy duro".
En este sentido, ha lamentado que "el profesorado está muy desprotegido. Para empezar, la mayoría, no denuncia, porque dice que para lo que vale... y, segundo, a muchos les afecta y tienen que cogerse baja. Yo soy muy fuerte, pero no todo el mundo es así".
Y es que, "es un proceso que pasas sola", salvo por el apoyo de la familia, con lo cual "si tú no eres fuerte, te caes" -ha concluido, pero animando a otros profesionales educativos que atraviesen por una situación similar a la suya a que denuncien los hechos.