Collejas, empujones, insultos eran el pan nuestro de cada día de un alumno del colegio en el que estudiaba, las Mercedarias de Santander. Todo ocurrió entre septiembre de 2021 y abril de 2022.

Su madre, harta y cansada de ver sufrir a su hijo, puso los hechos en conocimiento de la dirección del colegio, que la decisión que adoptó fue la de cambiar a su hijo de aula. No sirvió para nada. Los insultos y los golpes continuaron.

Tras una de estas agresiones, el alumno fue trasladado al hospital Marqués de Valdecilla donde se constataron lesiones físicas y secuelas emocionales, por lo que fue derivado a Psiquiatría.

Ante esta situación, actuó de oficio la Fiscalía de Menores, que practicó una serie de diligencias y llegó a la conclusión de que había motivos para condenar a los cuatro autores de los hechos. Ahora, una sentencia del Juzgado de Menores recoge como hechos probados que los cuatro menores condenados actuaron con el propósito de menoscabar gravemente la integridad moral de la víctima.

El día del juicio, los menores responsables de las agresiones reconocieron los hechos y aceptaron un acuerdo de conformidad con la fiscalía: realizar tareas socio educativas durante diez meses.

La sentencia impone además a los menores, sus padres y el centro educativo una indemnización solidaria de 4.000 € para la víctima por los daños morales sufridos durante el tiempo que se prolongó el acoso

Se trata de una sentencia ejemplar, no por la cuantía económica de la indemnización, sino por la decisión de imponer trabajos socio educativos a los menores acosadores, ha contado en COPE Lourdes Verdeja, presidenta de Tolerancia 0.

Verdeja lamenta que los centros educativos sigan mirando hacia otro lado cuando ocurren estos casos y prefieran aislar a la víctima en vez de tomar medidas contra los agresores. “Ojalá esta sentencia no sea la última” dice la presidenta de Tolerancia 0, quien anima a los padres a denunciar ante cualquier sospecha que tengan.