Le okupan la casa a una vecina de Tenerife cobrando 900 euros al mes y no da crédito al nivel de vida que llevan: "Esto es un sinvivir"
La propietaria, de baja por ansiedad, sufre un auténtico calvario: “La ley nos protege a los okupas, así que de tu piso, no me echas en un año y miedo”

Guadalupe, víctima de inquiokupación
Tenerife - Publicado el
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Un caso más de 'inquiokupación' en Tenerife. Uno más, de los muchos que se producen, y que entran dentro del concepto que en su día acuñó una oyente de COPE Canarias, el de 'inquiokupa finolis', ese que tiene coche de alta gama y viste ropa de marca, pero a pesar de llevar ese estilo de vida, se niega a pagar el alquiler de su vivienda al legítimo propietario, a sabiendas de que el ordenamiento jurídico le protege. Una normativa laxa, permisible y consentidora de un sinsentido como es la 'okupación'.
La historia de Guadalupe, la propietaria, comienza hace 4 años. Guadalupe tiene un piso en una buena zona de Costa Adeje, junto al Centro Comercial X-Sur, que alquiló en su momento a una mujer y a su hijo. La inquilina estuvo pagando religiosamente la renta durante 4 años, pero el problema comenzó cuando se fue, y dejó a su hijo, que también figuraba en el contrato, como inquilino junto a la pareja de este. Y a partir de ahí, llegaron los impagos.
“Esto es un sinvivir que no le deseo a nadie”, nos ha contado Guadalupe en Herrera en COPE Tenerife, “llevo varios meses de baja por la crisis nerviosa que esto me ha causado, ni duermo, ni como”.
"me dejó bien claro que no me iba a pagar"
Porque Guadalupe no es una gran tenedora. Es una trabajadora con un sueldo de 900 euros, y que se ha visto obligada a vivir en casa de sus padres para poder subsistir. Pero sigamos con el relato de los hechos.
“Cuando se quedó el hijo solo con su pareja, me dejó bien claro que no iba a pagar”, con una advertencia clara: “La ley protege a los okupas y encima yo tengo un bebé, así que aquí no me echas”. Los inquilinos, naturalmente, se niegan a pagar el importe de alquiler, la comunidad, o los suministros de agua y luz, “gastos que tengo que pagar yo, además de la hipoteca”.
Me dijo que la ley protege a los okupas, y encima que tiene un bebé, para concluir que 'de aquí no me echas'”
Propietaria de un piso en Costa Adeje
La propietaria confiesa sentirse “impotente”, y en su desesperación, “mi exmarido para ayudarme, les llegó a ofrecerles 1.600 euros para marcharse del piso”, pero la respuesta fue clara, “por esa mierda no nos vamos de aquí”. Guadalupe ha presentado denuncias en la Guardia Civil y el juzgado de guardia, “pero me dicen que en menos de un año o año y medio no se les puede sacar de allí”. Además, los inquiokupas la han amenazado “con denunciarme si me acerco o les sigo llamando”.

Edificio okupado
"me echan de mi casa y se ríen de mí"
La realidad, tal y como denuncia nuestra protagonista, es que “yo tengo unas escrituras, de un piso que dicen que es mío y hay una gente que vive a mi costa, sin pagar”. Pero además, “me echan de mi casa, se ríen de mí y encima se jactan de que de allí solo les echara un juez porque los okupas tienen sus derechos”.
Enfadada, indignada, impotente, Guadalupe confiesa que “la consecuencia es que yo, aunque tengo mi trabajo en el sur, me tengo que venir a vivir al norte de la isla a casa de mis padres, separarme de mi hijo, cogerme una baja por ansiedad”. Y todo esto, “sin que nadie me dé una solución antes de un año y medio”