Colas de hasta una hora para coger la guagua de TITSA en el aeropuerto Tenerife Sur: los trabajadores estallan y anuncian protestas

El personal del aeropuerto de Tenerife Sur ha dicho basta. La línea 10 de guaguas, que conecta la capital, Santa Cruz, con el aeródromo con solo dos paradas intermedias, en Las Caletillas y San Isidro, se ha convertido en el epicentro de un colapso diario que desata la frustración de cientos de empleados. El notable aumento de usuarios, sumado a una reorganización de frecuencias que consideran insuficiente, ha provocado que las colas para acceder a los vehículos se prolonguen hasta una hora, generando una situación que califican de 'insostenible'.

Este caos responde a una tormenta perfecta. Por un lado, la bonificación del transporte público ha incentivado a muchos trabajadores a dejar el coche en casa, disparando la demanda local. Por otro, el auge del alquiler vacacional en el área metropolitana ha multiplicado el flujo de turistas que utilizan esta misma línea para sus traslados, un factor que, según los afectados, no se ha previsto adecuadamente.

Una espera que agota la paciencia

Para los trabajadores, el final de la jornada laboral se ha transformado en una segunda jornada de agotadora espera. "El sentir general de los trabajadores es de frustración, de indefensión, y estamos desgastados'', relata Yurena, una de las empleadas afectadas, en declaraciones a Herrera en COPE Tenerife. Asegura que es "una situación que venimos arrastrando desde hace ya más de un año'', un tiempo en el que, lejos de mejorar, el problema se ha agravado.

Llegar a la parada y encontrarse con la larga fila de personas se ha convertido en una imagen desoladora y habitual. "Lo que mayoritariamente puedes escuchar cuando llegas allí y ves esas colas es 'esto es increíble' o 'no me lo puedo creer''', explica Yurena. La certeza de la espera es absoluta: "sabes que vas a tener que esperar 40 minutos mínimo, con suerte, si no, son dos guaguas, que es una hora y 20 minutos".

"El sentir general de los trabajadores es de frustración, de indefensión, y estamos desgastados'',

Yurena 

Trabajadora del Aeropuerto Tenerife Sur

La sensación es que el problema va a más, sin que se atisbe una solución a corto plazo. 'Esto cada vez va peor', lamenta la trabajadora, resumiendo un sentir colectivo. Ante las quejas, la respuesta de las administraciones, según denuncia, es siempre la misma: "Lo sabemos, estamos trabajando en ello", una frase que para ellos se ha convertido en sinónimo de inacción.

La tensión crece en las paradas

El colapso del servicio no solo genera cansancio y frustración, sino que también está erosionando la convivencia en las propias paradas. La larga espera y la incertidumbre han provocado que la situación se vuelva cada vez más tensa. "Hemos llegado a un punto en el que ya hay disputas entre trabajadores, disputas con el turismo", advierte Yurena. La lucha por un asiento en la guagua está llevando las cosas a un extremo preocupante.

El problema se agrava porque la línea 10 es la única opción de transporte público para llegar y salir del aeropuerto, creando un auténtico cuello de botella. "Solamente hay una guagua que llega al aeropuerto y para salir exactamente lo mismo, no hay otra opción'', subraya la empleada. Esta falta de alternativas deja a trabajadores y turistas sin más remedio que someterse a la caótica situación.

Llamamiento a la acción

Ante la falta de respuestas efectivas, los trabajadores han comenzado a organizarse durante las propias esperas en la parada. El colectivo se plantea iniciar movilizaciones para dirigir sus quejas formalmente a TITSA, al Cabildo de Tenerife y a Aena. Buscan una solución que ponga fin a un problema que, aseguran, está afectando directamente a su "calidad de vida y a la salud''.

Si tuviera a los responsables delante, Yurena les haría una petición clara: "Que, por favor, pusieran un poco de interés''. La trabajadora considera que la raíz del problema es una "falta de interés y de empaparse realmente de lo que está sucediendo''. Su reclamación no solo busca mejorar sus condiciones, sino también proteger la imagen de la isla.

La imagen que reciben los turistas nada más llegar es horrible"

Yurena 

Trabajadora del Aeropuerto Tenerife Sur

El impacto del colapso trasciende el bienestar de la plantilla. 'La imagen que reciben los turistas nada más llegar es horrible', sentencia Yurena, preocupada por la primera impresión que se llevan los visitantes. Esta crisis en el transporte público es, para muchos, una manifestación más del colapso general que sufre la isla de Tenerife, donde la principal infraestructura de comunicación está, paradójicamente, pésimamente comunicada.