La paradoja del Tenerife en el Heliodoro: por qué se vacía el estadio del líder de Primera RFEF

La asistencia de público al Heliodoro Rodríguez López ha seguido una tendencia decreciente durante toda la temporada, a pesar de que el CD Tenerife se mantiene como líder de la categoría. El estadio ha pasado de registrar su mejor entrada en la primera jornada, con 14.201 espectadores ante el Mérida, a la peor del curso en el último encuentro ante el Arenteiro, cuando solo acudieron 10.826 aficionados. Este descenso progresivo ha generado un debate sobre las causas que explican la pérdida de público.

Cinco factores que explican la caída

Uno de los principales motivos parece ser el escaso atractivo de ciertos rivales y la coincidencia con otros eventos de ocio en la isla, como la Noche en Blanco de La Laguna o el Black Friday. La prueba es que, tras dos victorias abultadas, la asistencia contra el Arenteiro fue la más baja. Esto sugiere que los resultados por sí solos no son un imán para el público si el partido no se percibe como un gran evento.

A este factor se suma lo que algunos analistas denominan el "síndrome del nuevo rico". Esta teoría apunta a que la afición, al sentirse parte del "equipo potente, el líder, el mejor", da por sentados ciertos partidos contra rivales teóricamente inferiores. Esta percepción provoca que una parte de los seguidores decida no acudir al estadio al considerar el encuentro casi como un mero trámite.

El cambio en el horario tradicional de los partidos es otro de los argumentos más sólidos. El equipo no ha disputado ningún partido en casa en domingo por la tarde, el horario preferido por gran parte de la afición. Salvo un encuentro jugado un domingo a las 11 de la mañana, el resto de partidos en el Heliodoro han sido en sábado, un día en el que mucha gente todavía tiene obligaciones laborales.

Diciembre, un mes tradicionalmente complicado

Históricamente, el mes de diciembre siempre ha registrado un descenso en la afluencia al estadio, una tendencia que podría acentuarse este año. El próximo partido en casa, contra la Ponferradina, está programado para justo antes de las fiestas navideñas, lo que añade un nuevo obstáculo para recuperar el nivel de asistencia de principio de temporada y frenar la tendencia a la baja.