Este es el pequeño gesto que revela que alguien no está de acuerdo contigo en una conversación
El experto en comunicación no verbal, Juan Manuel García, explica algunas de las claves para leer al resto de personas a través de sus acciones

Entrevista a Juan Miguel García, experto en comunicación no verbal
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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Que los gestos que empleamos para comunicarnos dicen mucho de nosotros, no se le escapa a nadie. Cada movimiento que hacemos con nuestras manos, las cejas o cómo miramos, puede tener una significación y nos ayuda a entender lo que la otra persona nos dice con su cuerpo, puede ayudarnos mucho en una conversación.
Es una materia que domina Juan Manuel García Pincho, un ex Guardia Civil, formado por el FBI en negociación de situaciones críticas. Hoy en Herrera en COPE Canarias nos ha dado algunas claves importantes a la hora de leer a la otra persona, a través de sus gestos. Por ejemplo, cuando alguien está en desacuerdo con nosotros, veremos un pinzamiento de la nariz con los dedos: “Si yo ahora te propongo echar un café dentro de cinco minutos y tú tienes mucho lío, pues a lo mejor te pinzas la nariz. Eso quiere decir que aunque te diga que sí, no me viene bien o directamente hay algo que no me ha gustado”.
Si tengo que mentir y tengo que coaccionar para que tú hoy no decidas quitarte la vida, lo voy a hacer, cueste lo que cueste
Ex Guardia Civil formado por el FBI en negociación de situaciones críticas
Estas herramientas son fundamentales en conversaciones donde necesitamos convencer a alguien. Y una técnica muy útil que decanta el pensamiento del otro a nuestro favor es la técnica espejo: copiar los gestos de la persona con la que hablamos. Pero con cuidado: si percibe que le imitamos, puede que piense que nos burlamos de él. Para evitar esto, Juan Manuel recomienda: “Si empezamos de alguna manera a adoptar la misma postura o posición que tiene nuestro interlocutor, vamos a lograr acercarnos a él. Pero tenemos que tener cuidado porque hay en el imaginario colectivo el pensamiento de que lo que tenemos que hacer es imitar los gestos y lo puede malinterpretar”.
¿HAY LÍMITES?
Esta enseñanza abre siempre el debate sobre los límites de la persuasión y su diferencia con intentar manipular a alguien. La diferencia, el objetivo que perseguimos: “En situaciones de emergencia es lícito manipular. Si tengo que mentir y tengo que coaccionar para que tú hoy no decidas quitarte la vida, lo voy a hacer, cueste lo que cueste. Si todos lo hiciéramos todos los días con la persona que tuviéramos enfrente que quiere quitarse la vida, probablemente salvaríamos muchas vidas. Para resolver situaciones del día a día también se puede utilizar, siempre y cuando sea para persuadir, no para manipular a los demás”.

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