La familia de Ardiel celebra que ya tiene un donante de médula: “Lloramos de alegría”

La familia de Ardiel, el pequeño de Gran Canaria que buscaba un donante de médula, ha recibido la mejor noticia posible: ya hay una persona compatible. Apenas dos meses después del llamamiento público, la esperanza se ha hecho realidad. La emoción ha sido indescriptible, tal y como cuenta su tía Nizamar, que recuerda cómo se enteró de la noticia. “Llorando de alegría, porque nos ha cambiado la cara a todos. Esto empezó hace casi tres meses, que se nos han hecho tres años, pero de repente ahora vemos luz”, ha explicado en Herrera en COPE Gran Canaria. 

 Un viaje decisivo a Barcelona  

Tras semanas de incertidumbre, la familia afronta ahora la segunda etapa del tratamiento. El próximo miércoles 23 de julio, Ardiel y sus padres volarán a Barcelona, donde se encuentra uno de los hospitales de referencia para trasplantes pediátricos en España. Allí se iniciará el proceso previo a la transfusión de médula, que incluye la preparación del organismo para que acepte el trasplante. “Según nos dijeron los médicos, el miércoles vuelan a Barcelona y entendemos que ahí empieza todo. No tenemos muy claro cómo es esa segunda parte, pero suponemos que desde que llegue ingresará y, cuando su cuerpo esté preparado, se llevará a cabo el trasplante”, detalló Nizamar. 

Según nos dijeron los médicos, el miércoles vuelan a Barcelona y entendemos que ahí empieza todo

Nizamar tía de Ardiel 

Un niño fuerte y reservado  

Ardiel es plenamente consciente de su enfermedad y de lo que implica este tratamiento. Fue uno de los primeros en enterarse de que existía un posible donante, pero decidió guardar el secreto hasta confirmarlo oficialmente, ni siquiera se lo contó a su tía. “Él se lo tomó totalmente en serio. No dijo nada hasta que los médicos lo confirmaron”, cuenta Nizamar con orgullo.

A pesar de la gravedad del diagnóstico, el pequeño mantiene un espíritu admirable. Está tan a gusto en el Hospital Materno Infantil que incluso bromea con no querer marcharse a Barcelona. “Está tan cómodo, lo tratan tan bien, que dice que no se quiere ir”, relata su tía entre risas.

Está tan cómodo, lo tratan tan bien, que dice que no se quiere ir

Nizamar tía de Ardiel 

Entre la preocupación y la ilusión, la familia sueña con el día en que Ardiel pueda volver a correr, jugar con sus amigos y cuidar a los animales de su abuelo, especialmente las gallinas que tanto le gustan. El trasplante es un paso decisivo para que ese deseo se haga realidad.