El pasado 1 de enero de 2024 un centro de Cáritas Diocesana de Canarias para personas sin hogar en el sur de Gran Caria echa su cierre, tras un comunicado del ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.

A la ONG de la Iglesia se le comunica el pasado 30 de noviembre de 2023 la decisión de la clausura de las instalaciones municipales donde se ubica el ‘Proyecto Caipsho’, que incluye los servicios de duchas, lavandería, comedor y atención socio educativa a las personas en situación de sin hogar en el municipio. El motivo, que estas instalaciones municipales no cumplen los requisitos exigidos por la legislación.

A pesar de que ya no disponen de esas instalaciones, la institución seguirá prestando el servicio a personas en situación de sin hogar desde las Cáritas parroquiales.

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En Herrera en COPE Gran Canaria hemos hablado con Conchi Narváez, exalcaldesa y portavoz del PSOE en el ayuntamiento. Ella asegura que “este cierre se ha podido evitar y no le han dado una alternativa real a estas personas tan vulnerables”.

“Se trata de un servicio que lleva 20 años prestándolo y forma parte esencial de los servicios sociales del municipio, por la cantidad de gente que están sin hogar”, añade.

Cuenta la exalcaldesa que hay muchas personas que están en la calle, sin un hogar, sin un techo y estos eran los únicos recursos que tenían.

“De hecho, ahí les daban una asistencia muy importante: les daban de comer, la posibilidad de asearse, de poder utilizar los baños y ser atendidos, porque muchos de ellos tienen adicciones y también hay que ayudarles. Esa cobertura ahora no está cubierta y se han quedado fuera del sistema. Yo me pregunto: ¿y ahora qué?”, insiste.

Cree que es un error muy grave, ya que, aunque el sitio no es el ideal y que no hay una justificación para ese cierre inmediato. “Porque si hay menudeo de droga o violencia entre ellos, está la Policía Local o Nacional para mediar entre ellos. Además, del resto de servicios municipales que se encargan de la limpieza o de resolver los problemas, mientras se busca un sitio alternativo a estas personas”.

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Dice la exalcaldesa que la única alternativa que se ha puesto sobre la mesa es una unidad móvil y que es un espacio que “nada tiene que ver con tener unas instalaciones como las que han cerrado”.

Debido al cierre inminente, cuenta Conchi Narváez que el párroco de San Fernando es consciente de esto y se ha ofrecido a ayudar. Relata que el párroco también se ha ofrecido a destinar recursos para arreglarlo, pero que no ha obtenido respuesta.

“Necesitamos en el municipio más espacios como estos para que las personas vulnerables puedan comer, ducharse, lavar su ropa e ir al baño. Se está atacando a una población, la más débil, la más vulnerable y que no tienen voz”.

Concluye destacando que mientras buscan otra alternativa desde el consistorio, van a tener que moverse a otros municipios y tampoco van a poder ni alimentarse, ni asearse, ni hacer sus necesidades, por lo que "lo acabarán haciendo en la calle”.