El peligroso juego viral que triunfa en un instituto asturiano

'Abecedario chino' o 'abecedario del Diablo'. Es el nombre que recibe una práctica macabra que se está haciendo viral y que ha llegado al IES Astures de Lugones. Es un 'juego' que consiste en arañar la palma de la mano a otra persona, mientras recita las letras al alfabeto, de la A a la Z, y dice una palabra que comienza con cada una de ellas. Según avanzan las letras del abecedario, aumenta la intensidad del pellizco, lo que genera heridas en las manos de quienes lo practican.

Cinco heridos en el IES de Lugones

La dirección del Instituto de Lugones se ha percatado de que algunos de sus alumnos están participando de este 'juego': "Pensábamos que las heridas se habían producido por golpes pero, cuando vimos que era reiterado, hablamos con los alumnos y reconocieron la práctica", ha contado el director Mario Prendes, en COPE.

"Subí a las aulas de 1º de ESO, donde tenemos focalizado el problema, y le pedí a los chicos que me enseñaran las manos". Así han descubierto que hay cinco jóvenes con heridas importantes y otros cuarenta que han participado en el juego. "El problema aumenta cuando alguno de los alumnos nos han dicho que lo han hecho engañados", cuenta Prendes.

El director del Instituto ha alertado a los padres para que extremen las precauciones con sus hijos. Para evitar que se reproduzcan este tipo de prácticas, la dirección ha tomado medidas disciplinarias: expulsará a todo aquel alumno que participe en este tipo de juegos virales. "Les hemos dejado claro que se trata de una agresión pura y dura, que habrá tolerancia cero incluso con quienes lo hagan de forma voluntaria", ha advertido, en COPE, Mario Prendes.

Aún más peligroso: el 'cutting'

El 'abecedario chino' no es la única práctica viral que triunfa entre los jóvenes. Al parecer, hay una versión aún más peligrosa del juego: el 'cutting'. Son marcas que se hacen en las muñecas o los pies, con un cutter, para subirlas a las redes sociales y demostrar que han sido capaces de superar el reto. Mario Prendes reconoce que "hay dos o tres niños con marcas sospechosas" y la dirección del centro "está vigilándolos más de cerca".