La llegada a Asturias de la alta velocidad ferroviaria está plagada de incumplimientos y calendarios que han sido ampliamente sobrepasados. Así ha sido desde que nació la idea de construir la Variante de Pajares, túneles de 25 kilómetros para que pudiera circular el AVE, hasta nuestros días. El enésimo revés ha llegado con la nueva demora por parte de Talgo para entregar los trenes Avril que alcanzan los 330 kilómetros por hora y recortan quince minutos el viaje de Asturias a Madrid. En teoría, iban a llegar antes de que terminara marzo y ahora ni siquiera hay fecha para su puesta en servicio por “ineficiencias e incoherencias” que el Ministerio de Transportes y RENFE atribuyen a la compañía que construye los nuevos trenes. La noticia ha provocado un gran disgusto entre usuarios, empresarios y la clase política aunque, por desgracia, Asturias ya está curtida en incumplimientos de ese tipo. Y no solo por la alta velocidad ferroviaria, porque también fueron sonados los trenes para la línea de ancho métrico que no cabían por los túneles y que llegarán en 2026 con tres años de demora porque tuvieron que ser rediseñados.

La historia de las promesas incumplidas

La Variante de Pajares tiene una larga historia antes de entrar en servicio el 29 de noviembre de 2023. La idea se remonta a 1979, cuando Alejandro Rebollo, entonces Secretario General de RENFE, incluyó el proyecto dentro de un Plan General de Ferrocarriles que tenía vocación de cumplir sus objetivos en doce años. En 2003 el Consejo de Ministros presidido por José María Aznar (PP) autorizó la licitación definitiva de las obras. Al año siguiente, poco antes de las elecciones generales, el entonces vicepresidente y ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, colocó la primera dovela y estimó que en 2010 Asturias estaría a la vanguardia de las comunicaciones europeas.

Después llegó a la Moncloa José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) que asistió en 2005 a la perforación de los túneles y aseguró que el AVE pasaría por los túneles en 2009. Su sucesor, Mariano Rajoy (PP) situó ese momento en 2014. Después llegó Pedro Sánchez (PSOE) que fue el que inauguró la obra con 13 años de retraso sobre el primer calendario ofrecido por Cascos y 44 desde que Rebollo planteó el proyecto.

Filtraciones de agua

Las previsiones con la Variante de Pajares nunca se cumplieron por diversos motivos. Al poco de comenzar las obras aparecieron los problemas: las tuneladoras encontraron agua, mucha agua. El pinchazo de varios acuíferos inundaba los túneles, desecando ríos y arroyos en la vertiente leonesa. Para resolver el problema, en 2013 se decidió recubrir las paredes de los túneles con paneles de resina y fibra de vidrio, de forma que el agua se pudiera controlar y canalizar hacia el exterior.

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A las filtraciones de agua les siguieron los deslizamientos de tierra en la boca norte de los túneles, en Campomanes (Lena), que obligaron a realizar una importante obra de refuerzo para evitar que toda ladera se viniera abajo. El calendario volvió a sufrir demoras.

Ancho de la vía

Las obras se vieron inmersas en su recta final en una nueva polémica sobre el ancho de las vías, si debía mantenerse en los túneles el ancho ibérico, para favorecer el tráfico de mercancías; instalar el ancho internacional, propio de la Alta Velocidad, o un ancho mixto, que permitiera ambos. Finalmente, se optó por instalar el mixto en la vía del este y ancho ibérico con traviesa polivalente en la vía oeste. Aquel debate también alargó los plazos previstos.

Puesta en servicio

El primer viaje en pruebas llegó el 20 de septiembre de 2021. La inauguración quedó fijada para el 29 de noviembre de 2023. Habían pasado 19 años desde que fue colocada la primera dovela, 14 desde que comenzó la perforación de los túneles y 44 desde que fue ideada la Variante de Pajares pero, el AVE no llegó Oviedo. Al viaje inaugural asistieron el rey Felipe VI; el ministro de Transportes, Óscar Puente; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de Asturias, Adrián Barbón, que cruzaron los túneles a bordo del modelo ALVIA porque Talgo no pudo entregar a tiempo los trenes Avril capaces de alcanzar los 330 kilómetros por hora.

El ministro de Transportes, Oscar Puente, anunció en varias ocasiones que los nuevos convoyes estarían circulando antes de que terminara el primer trimestre del año “día arriba, día abajo” y que los billetes saldrían a la venta el 1 de marzo: pues ni una cosa, ni la otra. La entrega ha quedado aplazada de forma indefinida y ya, ni siquiera, hay un calendario que incumplir por enésima vez.