Agentes de la Policía Local de Gijón han detenido a las 5:45 horas de este jueves, en el cruce de las calles Gaspar García Laviana y La Alcarria, a un varón que se responde a las iniciales de P.N.G, de 42 años, por un presunto delito de violencia de género. A esa hora, una patrulla de la Policía Local fue comisionada a la calle Aragón, en cuyos patios interiores se estaba produciendo una discusión.

Cuando los agentes están llegando al lugar, en el cruce de las calles Gaspar García Laviana y La Alcarria, observan a una pareja, acompañada por una sereno, encontrándose el varón en estado de agitación, dando voces.

Mientras uno de los agentes interviene con el varón, el otro se entrevista a parte con la mujer, que le manifiesta que es su pareja desde hace varios años y que esta noche mantuvo una fuerte discusión con él, reaccionando de manera más violenta que de costumbre, golpeándola en la nariz dos veces y levantando el puño de manera intimidatoria. La mujer aseguró también que, tras lanzarla al suelo, le había quitado el teléfono móvil y las llaves del domicilio.

Añadió que, en esta ocasión, la agresión había llegado demasiado lejos, ya que su pareja le había puesto un cuchillo en el suelo. El agente comprueba que la víctima tiene una marca en el cuello y, posteriormente, en la mesa de la cocina de la vivienda, encuentran un cuchillo de grandes dimensiones.

Un hermano de la víctima, que compartía vivienda con la pareja, ayuda a la mujer a abandonar la misma, cuya puerta había sido cerrada con llave por el detenido. Corrobora a los agentes que estas situaciones ocurren a menudo y que su hermana se encierra en la habitación habitualmente, por miedo.

La víctima, visiblemente nerviosa, repetía constantemente que no podía denunciar porque cuando el detenido saliese del calabozo la iba a matar, un relato que repetía también, incluso en el centro de salud al que fue trasladada inicialmente.

En vista de todo ello, los agentes procedieron a la detención de P.N.G que, si bien no ofreció resistencia, en todo momento repetía que si salía condenado, cuando saliese de la cárcel, iba a matar a la mujer.