Un conductor de 62 años pulveriza un radar de la A-8 al pasar a 237 kilómetros por hora
La Guardia Civil ha pillado este año en el mismo punto de control a otros tres vehículos con grandes excesos de velocidad

Así contamos en COPE el caso de un conductor pillado a 237 km/h
Asturias - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Las carreteras no son circuitos de Fórmula 1 y la Guardia Civil se encarga de recordárselo a los conductores. El pasado 11 de septiembre, en plena noche, un radar del Destacamento de Tráfico de Luarca captó a un vehículo que prácticamente volaba por la autovía A-8, a la altura del concejo de El Franco. El cinemómetro marcó una cifra difícil de creer: 237 kilómetros por hora en un tramo limitado a 120.
El protagonista de esta temeridad es un vecino de Tineo de 62 años que, al parecer, tenía prisa o gusto por el acelerador. Tras detectar la infracción, los agentes de la Guardia Civil iniciaron la persecución y lograron interceptar el coche treinta kilómetros más adelante. Pese a su estilo de conducción “de película”, el conductor no era ningún piloto profesional, sino un ciudadano común que ahora se enfrenta a un delito contra la seguridad vial.

Guardia Civil de Tráfico
POSIBLES SANCIONES
La broma le puede salir cara. Según el Código Penal, circular a más de 80 kilómetros por hora por encima del límite establecido en una vía interurbana constituye un delito castigado con penas de prisión de tres a seis meses, multas o trabajos en beneficio de la comunidad, además de la retirada del carné de conducir entre uno y cuatro años.
tres conductores a velocidad excesiva en un año
Lo curioso es que este no es un hecho aislado. En el mismo punto de la A-8, justo a la altura del kilómetro 492.500, ya han sido cazados tres conductores más en los últimos once meses circulando a velocidades “de vértigo”. La Guardia Civil recuerda que conducir a velocidades tan altas multiplica el riesgo de accidente, ya que la distancia de reacción y de frenado se dispara. En este caso concreto con una velocidad de 237 kilómetros por hora, un coche recorre más de 65 metros por segundo. Eso significa, recuerda la Benemérita, que cualquier imprevisto —un animal en la calzada, un vehículo lento o una curva cerrada— podría acabar en tragedia.