El presidente del Principado, Adrián Barbón, se ha sumado a las críticas del jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla, por el retraso en la entrega de 31 trenes de FEVE que, por un error en su diseño, no caben en los túneles.
"Revilla dijo 'estoy que trino' y dijo bien", ha respondido Barbón, ante las preguntas de los medios. El presidente asturiano ha sido, sin embargo, más tibio que su colega cántabro, que ha pedido "que rueden cabezas" en el Ministerio de Transportes. "Es una chapuza, pero viene de atrás y expreso mi rotundo malestar con la situación porque las Cercanías es un factor clave para Asturias", ha dicho Barbón.
Errores en la medición de los galibos
Al detectarse que, con las medidas publicadas en la declaración sobre la red, los trenes no cabrían en determinados tramos de la infraestructura, se paró todo el proceso de inicio de su fabricación y empezó la búsqueda de la mejor solución posible, según un informe de Adif, Renfe y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF).
Renfe publicó en enero de 2019 el pliego para la adquisición de 31 trenes de ancho métrico de acuerdo con los gálibos recogidos en la declaración sobre la red de Adif y, en junio de 2020, adjudicó a CAF su fabricación, tras un proceso de licitación que se vio afectado por la pandemia.
Además de los 31 trenes para las líneas de ancho métrico de Renfe, gestionadas anteriormente por Feve (Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y País Vasco), el pedido incluía un segundo lote de otras seis unidades para renovar íntegramente la flota de Cercedilla-Cotos de la sierra madrileña que lleva más de 40 años en funcionamiento.
El volumen total de la operación se situaba para CAF por encima de los 250 millones de euros.