El miedo de Andrea tras perder a su burro 'Chipi' por el ataque de un lobo a solo 12 kilómetros de Oviedo: "Ahora llevo..."

El lobo se ha cobrado una nueva víctima en los alrededores de Oviedo, esta vez con un profundo valor sentimental y a tan solo 12 kilómetros de la capital asturiana. Ha ocurrido en la localidad de Puerto, donde Andrea Suárez, de 23 años, reside junto a su familia. La joven ha relatado en los micrófonos de COPE Asturias cómo ha perdido a 'Chipi', uno de sus dos burros, tras el ataque de un lobo en el corazón del pueblo. 'Mili', el otro animal de la familia Suárez, tuvo más suerte y logró salvarse.

ataque a doce kilómetros de oviedo

El suceso ocurrió hace unos días, cuando 'Mili' y 'Chipi' se encontraban en una finca rodeada de casas ubicada en el centro del pueblo. El lobo irrumpió en el cercado y atacó a los burros que al tratar de huir se llevaron el pastor eléctrico por delante. La intervención de una vecina, que "oyó a los perros ladrar y empezó a hacer ruido para asustar al lobo", evitó que el depredador se llevara a uno de los burros que ya tenía mordidas las patas de atrás. Aunque el lobo huyó, las heridas de 'Chipi' fueron mortales.

Chipi era un recuerdo vivo de mi tío"

Andrea Suárez

Vecina de Puerto

'Chipi' y 'Mili', los dos burros de la familia, eran mucho más que simples animales. Eran propiedad de su tío, que falleció hace dos años. "Era como seguir teniendo una parte de él aquí con nosotros", ha explicado Andrea. Para ella y su familia, los animales eran un recuerdo vivo y  "uno más en la familia". 'Mili' logró salvarse, pero 'Chipi' no tuvo tanta suerte.

Ataques a plena luz del día

Este violento episodio no es un hecho aislado en Puerto. Según ha contado Andrea, la presencia del lobo es "el pan de cada día". La audacia de los animales es tal que ya no temen acercarse a las personas. "No tienen miedo porque bajan a buscar comida", ha señalado. De hecho, ha recordado que no hace mucho "atacaron a un rebaño de ovejas de un vecino a las doce de la mañana, a plena luz del día".

El miedo se instala en el pueblo

La consecuencia directa de esta situación es el temor que se ha apoderado de los vecinos. "Antes podías caminar tranquilamente y dar un paseo a las fuentes tan preciosas que tenemos por el pueblo, pero ahora da miedo", ha lamentado Andrea. La sensación de inseguridad es constante. Por eso la joven ha optado por salir de casa con su perro y lleva un palo en la mano "por si acaso".

Ahora da miedo salir de paseo"

Andrea Suárez

Vecina de Puerto

Andrea Suárez ha puesto voz a una "situación muy grave" que no ocurre en una zona remota, sino en un pueblo de Oviedo, a escasos doce kilómetros de la calle Uria, el corazón de la ciudad. La vida rural se ve amenazada a las puertas de la capital, donde el miedo al lobo se ha convertido en una constante.