El Balcón del Guadalquivir se transformará en un oasis verde inspirado en Medina Azahara
El ambicioso proyecto de restitución y actualización del espacio busca combatir el calor y crear una nueva zona de convivencia junto al río sin renunciar a su valor

Infografía del proyecto del Balcon del Guadalquivir
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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El Ayuntamiento de Córdoba ha presentado el nuevo diseño para el Balcón del Guadalquivir, un proyecto de restitución y actualización que transformará la actual explanada de hormigón en un nuevo espacio verde y sostenible para la ciudad. La intervención, motivada por la construcción del [tanque de tormentas] subterráneo, busca crear una zona más habitable y resiliente, inspirada en la tradición de los jardines andalusíes y adaptada a las necesidades climáticas actuales. La presentación ha contado con las intervenciones del presidente de Emacsa, Daniel García Ibarrola; Rafael Marín, arquitecto responsable del proyecto; y el alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP).

José María Bellido, Daniel García Ibarrola y Rafael Marín
Ibarrola, ha explicado que la necesidad de desmontar la instalación original, diseñada en 2003, ha brindado la oportunidad de actualizar el espacio. Este proyecto se alinea con la política de renaturalización del Ayuntamiento, que incluye iniciativas como el anillo verde y la creación de humedales urbanos. García Ibarrola, ha destacado que no se trata de hablar de sostenibilidad, sino de “actuar de manera sostenible”, materializando este compromiso en una intervención que mejorará la calidad de vida de los ciudadanos y devolverá a la ciudad un espacio más amable y eficiente.
no se trata de hablar de sostenibilidad, sino de actuar de manera sostenible”
Presidente de Emacsa
La filosofía del arquitecto
Por su parte, Rafael Marín, ha sido el encargado de desgranar los detalles técnicos y conceptuales del diseño, que se basa en dos ejes: restitución y actualización. Ha subrayado que el proyecto original de Juan Navarro posee un “indudable valor arquitectónico y espacial” que se ha querido mantener como un patrimonio de la ciudad. Sin embargo, ha reconocido que con el tiempo se había convertido en un lugar poco funcional, un espacio que, según sus palabras, “se terminaba convirtiendo en una isla de calor, un sitio bastante poco habitable y con un mantenimiento costoso”.
Se terminaba convirtiendo en una isla de calor, un sitio bastante poco habitable"
Arquitecto del proyecto
La inspiración para la nueva propuesta bebe de referentes cercanos y cargados de significado. Por un lado, la sabiduría de los jardines de Medina Azahara, donde se combinan “geometría, agua, vegetación y sombra”. Por otro, el espíritu de la antigua “playa urbana” que existió en esa misma zona, evocando un lugar de ocio y convivencia para los vecinos, conocidos entonces como “los ribereños”. La intervención pretende recuperar esa esencia de lugar de estancia e interrelación, aprovechando además su ubicación estratégica como puerta de conexión entre el casco histórico y la ciudad moderna.
Un oasis de praderas y humedales
El nuevo diseño transforma las antiguas albercas lineales de hormigón en praderas con una ligera pendiente, pensadas para que los ciudadanos puedan sentarse o tumbarse. Las zonas intersticiales que conectaban estas albercas se convertirán en humedales urbanos o estanques naturalizados, siguiendo la estela de otros proyectos de éxito en la ciudad para fomentar la biodiversidad. Se trata de crear un ecosistema que, además de embellecer el entorno, contribuya a un control biológico de plagas como la de los mosquitos.

Infografía del proyecto
Uno de los problemas del espacio original era la ausencia total de sombra. Para solucionarlo, el proyecto contempla la plantación de arbolado y la instalación de grandes marquesinas. Estas estructuras no solo ofrecerán cobijo, sino que también tendrán un valor estético, con un diseño inspirado en los motivos geométricos de la puerta de San Ildelfonso de la Mezquita-Catedral, proyectando un juego de luces y sombras que enriquecerá la experiencia del visitante. El arquitecto visualiza el futuro del lugar como un espacio vivo y dinámico: “Me imagino incluso un fin de semana por ahí, a la sombra de esas marquesinas”.
Me imagino incluso un fin de semana por ahí, a la sombra de esas marquesinas"
Arquitecto del proyecto
Sostenibilidad y ciclo del agua
La sostenibilidad es una de las claves de la intervención, que va más allá de la estética. El proyecto está diseñado para cerrar el ciclo del agua en la medida de lo posible. A través de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), con pavimentos porosos y zanjas filtrantes, se captará el agua de lluvia. Esta será dirigida a pozos de infiltración y, posteriormente, bombeada para su reutilización en el riego, el baldeo de la zona, el llenado de los propios estanques y la limpieza del tanque de tormentas que se construye en el subsuelo.
Con esta obra Córdoba vuelve a mirar al río"
Alcalde de Córdoba
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha enmarcado la actuación dentro del Plan Estratégico de la ciudad, que apuesta por un modelo más sostenible y resiliente. Bellido ha calificado el antiguo espacio de 18.000 metros cuadrados como una “plaza dura” y una “ruptura urbana” en un entorno natural. Con esta obra, ha afirmado, “Córdoba vuelve a mirar al río”, integrando el balcón como una continuación del principal espacio natural de la ciudad y convirtiendo una zona de paso en un punto de encuentro y convivencia. La obra, ejecutada por la misma empresa adjudicataria del tanque, tiene prevista su finalización para el primer semestre de 2026.



