Simulacro sonoro, ante una situación de emergencia en el Principado de Asturias

Los vecinos de la Zona Oeste de Gijón, Carreño y Trubia, se han visto sorprendidos este miércoles con un ruido intenso de bocinas, que formaban parte de un simulacro para advertir a la población de un accidente industrial grave. Una fuga de gas. Ó un elevado nivel de contaminación a la atmósfera.

El SEPA, Servicio de Emergencias del Principado se ha encargado de instalar una red de bocinas y puntos de emisión sonora, para que los ciudadanos reciban con claridad total el sonido de la sirena. A partir de ahora, este sonido se asociará a una emergencia ó un accidente grave industrial.

Prointegra Ingeniería instaló las bocinas

La empresa que ha instalado las bocinas en diferentes puntos de la Zona industrial de Gijón, Carreño y Trubia, en el Concejo de Oviedo, se llama Prointegra Ingeniería. El simulacro buscaba alcanzar una intensidad sonora de la sirena que llegase a los 78 y 80 decibelios. Los ingenieros de la empresa, con sede en La Coruña, se distribuyeron por diferentes puntos de las zonas industriales, para confirmar que el test, resultaba positivo.

Los sonidos se repitieron en intervalos de 1 minuto, con espacios de silencios entre uno y otro, de cinco segundos. Sonidos largos y prolongados, se iban alternando con intermitencias sonoras.

La activación de las sirenas, en el caso de catástrofe real, se activarán desde el Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias del SEPA, con sede en La Morgal.

La prueba tenía dos objetivos: Confirmar la intensidad del sonido, en el tramo de los 78-80 decibelios. Y hacer que la ciudadanía se vaya familiarizando con el llamado “sonido de riesgo”. Un protocolo y una simbología común para toda la Unión Europea.