Historia, trucos y degustación: crónica de un día muy 'bonito' en Avilés
Los usuarios de la Asociación Rey Pelayo disfrutan de una jornada en la que el atún ha sido el protagonista en todas sus vertientes

Participantes de la jornada y miembros de la Asociación Rey Pelayo en la comida posterior a la jornada
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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Una comida puede suponer mucho más que simplemente llenar el estómago. En torno a las mesas se desata la hermandad y la gastronomía sirve también para tender lazos y reforzar relaciones. De eso en España, en Asturias y en Avilés se sabe mucho. De juntarse en torno a la mesa. Como han hecho los miembros de la Asociación Rey Pelayo, con el bonito como hilo conductor. Diferentes entidades han participado en una jornada en la que han explicado a los usuarios todos los detalles de la pesquería del atún y de la importancia histórica en Avilés de esta especie. Y luego, a comer.
Miembros de Cofradías de Pescadores de Asturias y Galicia fueron los que desgranaron todas las artes de la pesca del bonito. Con la proyección de un documental y explicaciones de los pescadores en primera persona. El contexto histórico lo puso Pepa Sanz, la cronista oficial de Avilés, que explicó porqué es tan importante la campaña del bonito en la Rula de Avilés. Una tradición que llega desde la Edad Media. El Puerto de Avilés, de mucho abrigo, invitaba a los barcos a entrar a sitio seguro. El Parque del Muelle acogía las embarcaciones con sus entradas por las calles ascendentes a la almendra central y al barrio de Sabugo.

Algunos de los participantes en las jornadas con los trabajos elaborados por usuarios de la Rey Pelayo
un menú muy especial
Y después de todas estas lecciones, tocó degustar precisamente el bonito. Un menú con varios platos elaborado con el atún en todas sus expresiones. Un pescado versátil como pocos que permite diferentes elaboraciones. De entrantes, empanada de bonito donada por la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar de Salinas y ensalada de bonito que aportó la Cofradía del Bonito de Colindres. De plato principal, marmita de bonito cocinada por cocineras del Club de Guisanderas de Asturias, entre las que estaba Lola, de la Sidrería Yumay. Y de postre arroz con leche donado por la Cofradía del Desarme de Oviedo.

Una de las ollas de marmita de bonito que prepararon las cocineras del Club de Guisanderas
lecciones que calan
Un centenar de personas participaron en una jornada muy especial, como resumió en COPE uno de los organizadores, Carlos Guardado: “Es bonito para todos. Participaron los chicos de la Asociación Rey Pelayo para discapacitados intelectuales. En la mesa nos sentamos repartidos todos. Es un día de auténtica integración a través de un plato emblemático en el Cantábrico y súper emblemático en Avilés. Estos chicos lo entienden, porque hemos hecho más actividades gastronómicas y lo entienden muy bien. También queremos que participen con nosotros en lo que nosotros disfrutamos, en este caso la gastronomía”.



