La cifra es clara: 4.208 personas llevan más de medio año en lista de espera quirúrgica en Aragón. Son los datos a 30 de septiembre y que superan la cifra de agosto, de 3.829 pacientes, que ya era la peor desde que el PSOE llegó al Gobierno en 2015. Ahora, se ha vuelto a batir este negativo récord. Los datos los ha hecho públicos hoy en las Cortes el director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad.

Con estos 4.208 pacientes, el Gobierno de Lambán se acerca al peor registro del PP, que superó los 5.000 mil. El 15% de las personas operadas durante los 9 primeros meses del año llevaba más de 6 meses esperando. 9 de cada 10 pacientes en esta situación se concentran en Zaragoza. Abad, achaca la situación a la falta de profesionales.

El departamento de Sanidad ha efectuado contrataciones en verano y seguirá apostando por la Oferta de Empleo Público. Abad asegura que se incrementará la actividad docente para que haya más médicos MIR y especialistas. Pero Abad advierte de que los resultados de las medidas estructurales serán “a largo plazo”. El director general asegura que pasan “entre 6 y 8 años desde que se toma la decisión de formar especialistas hasta que estos se incorporan como tal al mercado de trabajo”. “No esperen que podamos contratar más radiólogos o anestesistas de los que salen cada año de nuestras unidades docentes y que quizás no basten para cubrir toda la demanda”, señala.

Abad ha dejado claro que no está previsto ampliar conciertos con la privada, “a la tampoco le sobran especialistas”. Se están centralizando procedimientos de baja complejidad, como las operaciones de cataratas en el Hospital Nuestra Señora de Gracia. Sanidad quiere extender, además, la interconsulta virtual y la telemedicina a otras especialidades, como dermatología.

Para reducir la espera en pruebas diagnósticas, se seguirá invirtiendo en tecnología y se profundizará en el anillo radiológico, que permite consultar y leer estas pruebas de forma local y remota.

Refuerzo de plantillas e infraestructuras

En la misma línea se ha pronunciado en las Cortes el director gerente del Salud, Javier Marión, quien asegura que centrarán sus esfuerzos en reforzar las plantillas y acabar las infraestruturas pendientes.

El Salud plantea un nuevo pacto “con todos los sindicatos presentes en la mesa sectorial”. Aunque Marión recuerda que “la tasa de temporalidad en Aragón es del 8%, la más baja de toda España”. Se apostará por los contratos de larga duración “que fidelizan profesionales”; se revisarán los incentivos para los centros de difícil cobertura; y se ampliará la autogestión para que cada centro se organice. Con una premisa, que los profesionales de medicina y enfermería “trabajen en aquello que aporte más valor añadido, en las funciones que precisan de sus conocimiento”, en lugar de tareas de otro tipo “que pueden hacer administrativos o auxiliares”.

Se fomentará la formación y los proyectos de I+D+I. Y se apostará por las unidades de referencia y porque los profesionales, como los radiólogos, se desplacen a hospitales periféricos.

Habrá un nuevo Plan de Infraestructuras 2019-23, que contemplará la culminación de los proyectos en marcha, como los hospitales de Teruel y Alcañiz; los centros de salud de Los Olivos (Huesca) y Binéfar; y los nuevos centros del barrio Jesús (Zaragoza) y Barbastro. El Salud quiere tener, además, un plan específico para atender las necesidades del sector Zaragoza I, es decir, la margen izquierda.

Sobre los 10 millones que la Fundación Amancio Ortega invirtió en Aragón, Marión ha sido claro: “Bienvenidos sean”. En estos momentos, sólo queda por instalar un acelerador en el Hospital Miguel Servet, que ya está adquirido.

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