¿Cuál es el origen de la festividad de la Cincomarzada? Durante muchos años Zaragoza celebra estos días tan especiales en el inicio del mes y esta festividad tiene una tradición que nos remonta al siglo XIX.

De sobra es conocido el jolgorio y la reunión de asociaciones, ciudadanos y peñistas en el Parque Tío Jorge, emplazamiento, por cierto, que lleva el nombre de otro mítico personaje de la ciudad de Zaragoza. Las comidas populares de ese día tienen una razón, un origen. Y es que el 5 de marzo, en Zaragoza, es sinónimo de unión y reivindicación. ¿Por qué?

El verdadero origen de la Cincomarzada

Hay que remontarse muchos, pero muchos, años atrás. Fue el 5 de marzo de 1838 cuando se produjo el enfrentamiento entre los isabelinos y los carlistas. Un año antes, en el 37, el ejército carlista había sido derrotado por las tropas de Espartero. Sin embargo, el general Ramón Cabrera seguía controlando una zona de la Comunidad Autónoma de Aragón, la del Maestrazgo.

Su estrategia le condujo a la ciudad de Zaragoza. Y es que, otro atractivo para los carlistas era intentar tomar Zaragoza por sorpresa y, así, atraer hacia la ciudad a una parte de las tropas isabelinas. De este modo, quizá podrían aliviar la presión que podían ejercer estas sobre las fuerzas carlistas que en aquellos momentos sitiaban Gandesa.

De esta manera, así pues, Juan Cabañero y Esponera se dirigió a asaltar la ciudad, que en aquellos momentos se hallaba casi desprotegida, con dos mil ochocientos infantes y trescientos hombres de caballería. Durante la madrugada del 5 de marzo, aprovechando la noche, un destacamento asaltó la muralla y destrozó un sector de la misma para facilitar la entrada del resto de las tropas.

Un plan que hizo aguas

Después, se repartieron por distintas zonas de la ciudad para controlar una serie de puntos estratégicos. Inicialmente, consiguieron sus objetivos, ayudados probablemente por algunos partidarios del carlismo que había dentro de la ciudad, sin apenas derramamiento de sangre, pero cuando fueron descubiertos y se dio la voz de alarma tuvieron que enfrentarse a la resistencia de los milicianos, pero también de civiles de la ciudad, que respondieron al ataque armados con cuchillos, utensilios de cocina y agricultura, armas de caza, así como aceite y agua hirviendo.

Al amanecer los combates se intensificaron y, dado que no conseguían tomar la ciudad en su totalidad, parte de las tropas carlistas se refugiaron en la iglesia de San Pablo y en el convento de Santa Inés, donde se rindieron. El resto huyeron y abandonaron la ciudad. Las bajas en el bando carlista se cifraron en 217 muertos y unos 300 heridos, mientras en el bando liberal se contaron 11 muertos y 50 heridos. Tras el fracaso carlista, se añadió al escudo de la ciudad la titulación de 'Siempre Heroica'.

Pablo y Juan nos la explican

Nuestros jóvenes colaboradores, Pablo y Juan, nos han dado una pequeña lección de historia sobre el origen de esta festividad. Con nombres y apellidos, con fechas y, en definitiva, con todo lujo de detalles. ¡Bravo por ellos!