El Banco de Alimentos de Teruel distribuyó en 2024 más de 100 toneladas de alimentos
Teruel está siendo sede del Comité Ejecutivo de FESBAL, la Federación Española de Bancos de Alimentos

EFE/Antonio García
Teruel - Publicado el
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En el marco del Comité Ejecutivo de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) al Banco de Alimentos de Teruel, se ha hecho balance de la situación actual de estas entidades, que cumplen este año tres décadas de lucha contra el desperdicio alimentario y la pobreza.
Pedro Llorca, presidente de FESBAL, ha destacado la importancia de estas visitas a los distintos bancos como una forma de "compartir experiencias, modos de trabajo y conocer la situación real sobre el terreno". Ha recordado además la implicación de la Fundación Reina Sofía, que ampara y respalda a los 54 bancos de alimentos repartidos por todo el país, y que ha sido clave en diversas donaciones e infraestructuras, como cámaras frigoríficas para el almacenamiento de alimentos perecederos.
En 2024, los bancos de alimentos españoles distribuyeron más de 115.500 toneladas de alimentos a través de unas 6.000 entidades benéficas, llegando a 1.036.000 personas, de las cuales 218.000 eran menores y más de 33.000 lactantes. Sin embargo, Llorca ha reconocido un descenso general en las donaciones, motivado por el aumento del precio de los alimentos y la incertidumbre global, marcada por conflictos bélicos y fenómenos extremos como la DANA.
Uno de los ejemplos más recientes de solidaridad ocurrió tras la DANA en la Comunidad Valenciana. Allí, el Banco de Alimentos de Valencia, con el apoyo de toda la red nacional, respondió de manera ejemplar, almacenando alimentos en multitud de naves para poder cubrir la avalancha de donaciones.
En Teruel, el vicepresidente del Banco de Alimentos, José Miguel Muñoz, ha agradecido la celebración del comité en la provincia y detalló que su organización colabora con 25 entidades, atendiendo a unas 4.200 personas. En 2024 repartieron 106.000 kilos de alimentos, superando los niveles habituales, aunque advirtió sobre la dificultad de renovar el voluntariado, que sigue siendo la base del sistema: “Muchos de nuestros voluntarios ya están en su segunda jubilación”.
Muñoz también ha adelantado que el banco turolense está implementando la distribución de alimentos frescos, gracias a nuevas cámaras de frío obtenidas con apoyo de la Fundación Reina Sofía, un paso clave para aprovechar mejor los excedentes perecederos.
Uno de los grandes avances presentados ha sido el Plan B, una plataforma digital que conecta en tiempo real a los bancos con productores, distribuidores y supermercados. Este sistema permitirá gestionar con mayor eficiencia los alimentos próximos a caducar, en línea con la nueva Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, que ya está en vigor y se implementará completamente hacia mediados de 2026. La normativa obliga a las empresas a reducir el desperdicio y ofrece incentivos fiscales por las donaciones.
“La ley marca un antes y un después. Las empresas que no donen pueden ser sancionadas, mientras que si colaboran con los bancos de alimentos se benefician de subvenciones y de responsabilidad social corporativa”, ha subrayado Llorca. El sistema busca lograr un desperdicio cero de alimentos, uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la Unión Europea.