La SD Huesca gana con dos penaltis y sale del descenso
Tertulión azulgrana tras el triunfo de ayer para analizar la reacción del equipo de Jon Pérez Bolo

Jaca - Publicado el
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Jon Pérez Bolo ya tiene su primera victoria como entrenador de la SD Huesca. Los goles de penalti de Óscar Sielva e Iker Kortajarena al Sporting de Gijón (2-0) refrendan la todavía incipiente labor del vasco, que aterrizó hace dos semanas en medio de un clima tenso, el nuevo entrenador ha aportado calma con una labor que empieza a dar sus frutos después de la derrota inicial en el derbi aragonés. Lejos de desviar la trayectoria por el mal resultado ante el Real Zaragoza, se aferra a unas constantes y el equipo azulgrana ha mejorado en varios aspectos entre un partido y otro.
La primera encomienda era volver a ganar después de seis jornadas sin conseguirse en las que se había recogido una escasa cosecha de dos puntos y se había caído a los puestos de descenso. Bolo ha rescatado a la SD Huesca a la primera ocasión y hecho frente a un problema que trascendía el ámbito deportivo y se había instalado en las cabezas de los futbolistas. El miedo a no ganar y a equivocarse había lastrado el rendimiento individual y colectivo durante la última etapa de Sergi Guilló y los síntomas se reprodujeron en el Ibercaja Estadio con los veinte minutos iniciales como base de la derrota (1-0).
Ya con una semana completa para desarrollar su labor, el vizcaíno ha ido trabajando en las máximas con las que ha aterrizado en El Alcoraz y el triunfo frente al Sporting expuso varias de ellas. De entrada, confía en una base de jugadores que quiere hacer estable. El domingo solo introdujo un cambio con respecto al derbi, la entrada de Dani Ojeda por Dani Luna, y mantuvo el esquema 4-2-3-1 hasta los minutos finales. La premisa de Bolo, hasta el momento, se aprecia con nitidez y contrasta con el modo de proceder de un Guilló que nunca encontró la continuidad en sus alineaciones.



