La Iglesia catalana bate récords de ayuda social y atiende a casi 900.000 personas
Las diez diócesis gestionaron un presupuesto de 146,7 millones en 2024, financiado en más de un 50 % por los fieles y la casilla de la Renta

Crónica de Adrià Suárez
Barcelona - Publicado el
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Las diez diócesis con sede en Cataluña han presentado su memoria anual de actividades, un informe que revela una doble realidad: mientras los recursos humanos y ciertas vías de financiación muestran un retroceso, la actividad social y asistencial ha alcanzado cifras sin precedentes.
Durante el año 2024, la Iglesia catalana gestionó un presupuesto consolidado de 146,7 millones de euros y atendió a un total de 893.429 personas, un número que marca un nuevo récord y que, según las previsiones, continuará creciendo.
La mayor parte de los gastos de las diócesis, que ascendieron a 146,8 millones de euros, se destinaron a la conservación de edificios y gastos de funcionamiento, que absorbieron un 48 % del total.
Las acciones pastorales y asistenciales representaron el 20 %, mientras que la retribución del clero y del personal seglar supusieron un 12 % cada una. El 6 % restante se dedicó a gastos extraordinarios y un 2 % a aportaciones a centros de formación.

La Iglesia catalana bate récords de ayuda social
Radiografía económica de las diócesis
Las aportaciones voluntarias de los fieles constituyeron la principal fuente de financiación, con un 29 % del total, seguidas de la asignación tributaria a través de la casilla de la Renta (IRPF), que aportó un 23 %. En conjunto, estas dos vías suman el 52 % del presupuesto, más de la mitad de los recursos disponibles. El resto de los ingresos provinieron de ingresos corrientes (22 %), del patrimonio y otras actividades (18 %) y de ingresos extraordinarios (8 %).
No obstante, la memoria de 2024 refleja un descenso en la recaudación a través del IRPF, que pasó de representar el 30 % de los ingresos en 2023 al 23 % en el último ejercicio. Sobre este punto, el obispo Daniel Palau, delegado del Secretariado Interdiocesano de Medios de Comunicación Social (SIMCOS), ha señalado que aunque la Iglesia aspira a la "autosuficiencia", el IRPF se mantiene como "un buen canal para aquellas personas que quieren hacer su aportación".

Daniel Palau, delegado del Secretariado Interdiocesano de Medios de Comunicación Social
Una acción social que no deja de crecer
El músculo social de la Iglesia en Cataluña ha demostrado una fortaleza creciente. Los centros asistenciales gestionados por las diócesis, parroquias y órdenes religiosas atendieron a 893.429 personas en 2024, una cifra récord.
El propio obispo Palau ha alertado de que este número "se eleva año tras año", con una estimación de crecimiento de unas 20.000 personas atendidas anualmente. Este trabajo abarca la atención a colectivos en situación de pobreza, personas mayores, infancia y otros grupos vulnerables.
Dentro de esta vasta red de ayuda, Cáritas desempeñó un papel fundamental al ayudar a 237.662 personas en el territorio catalán. Por su parte, los proyectos de desarrollo internacional financiados por Manos Unidas acompañaron a otras 134.743 personas en diversas partes del mundo, canalizando la solidaridad más allá de las fronteras.

Punto de atención de acogida para personas sin recursos de Cáritas en Cornellà de Llobregat
En este contexto, Daniel Palau ha querido subrayar la postura de la institución respecto a la crisis migratoria, afirmando que para la Iglesia la acogida es un pilar fundamental. Según sus palabras, la Iglesia busca "acoger, dignificar, formar y proponer la integración" de los migrantes en el tejido social, ya que "la acción positiva y el apoyo a los recién llegados no es propiedad de nadie".
La acogida de migrantes es innegociable"
Menos religiosos pero más sacramentos
En contraste con el auge de la labor social, la estructura humana de la Iglesia catalana experimenta un ligero declive. La memoria de 2024 registra 1.248 presbíteros, 146 diáconos permanentes, 3.730 religiosos y 488 monjes y monjas de clausura. Todas estas cifras son inferiores a las del año anterior, cuando se contabilizaban 1.313 presbíteros, 159 diáconos y 3.773 religiosos, lo que evidencia un reto demográfico interno.

Se mantiene a la baja el número de religiosos
Sin embargo, el ámbito sacramental ofrece una visión más optimista. Durante 2024 se celebraron 14.190 bautismos y 2.696 matrimonios, lo que supone un incremento notable respecto a 2023, con más de un millar de bautizos adicionales.
En cambio, las primeras comuniones (9.375) y las confirmaciones (5.478) descendieron ligeramente. El obispo Palau ha interpretado el repunte de bautismos como una "nueva oleada" de personas que buscan respuestas y sentido en un entorno complejo.
Tenemos esta oleada y bienvenida sea"
La presencia de la Iglesia en el ámbito educativo sigue siendo muy significativa. En Cataluña operan 384 centros católicos que escolarizan a un total de 245.442 alumnos. Además, 337.640 estudiantes están inscritos en la asignatura de religión, impartida por 4.885 profesores en centros públicos, concertados y privados. A nivel superior, los tres centros universitarios vinculados a la Iglesia forman a 23.684 estudiantes.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



