Va a firmar el contrato de alquiler de su piso y se lleva una sorpresa con lo que le dice el casero: "Si os importa, no pasa nada que yo os lo devuelvo"
Una joven relata en TikTok el engaño que sufrió con el alquiler de su nuevo piso y la surrealista convivencia con un misterioso compañero que ya vivía allí
Sara, en el vídeo
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La búsqueda de un piso de alquiler se ha convertido en una auténtica odisea para muchos jóvenes, pero la historia de la tiktoker @saradomiinguez_ ha superado todas las expectativas. A través de un vídeo publicado en su cuenta de TikTok, la joven ha compartido el engaño que sufrió junto a su amiga al firmar el contrato de su nuevo hogar. Ambas creían haber encontrado un piso con cuatro habitaciones vacías, pero justo después de firmar, el casero les comunicó una noticia inesperada: uno de los inquilinos anteriores, 'un niño que estudia', se quedaba.
Un compañero misterioso
La sorpresa inicial dio paso a la extrañeza. El casero les ofreció devolverles el dinero si la presencia del chico les "importaba", pero ellas decidieron seguir adelante, imaginando que se trataría de un joven estudiante de una edad similar. Nada más lejos de la realidad. "Un niño que estudiaba... de niño tenía poco", relata Sara en su vídeo. La situación se tornó aún más rara cuando, en los primeros días de convivencia, le preguntaron la edad y él respondió con evasivas: "Adivinad, aparento menos de los que tengo". Nunca les reveló su edad real.
Piso de estudiantes desordenado y desordenado, lleno de trastos y basura.
Normas de convivencia surrealistas
La convivencia no tardó en complicarse debido a las peculiares normas del compañero. Cuando las chicas propusieron hacer una compra conjunta para gastos comunes como el papel higiénico, su respuesta fue tajante: "No, papel, que cada uno se compre su papel". Este tipo de actitudes generaron una tensión creciente en el piso, hasta el punto de que evitaban coincidir en las zonas comunes. Es fundamental revisar bien el contrato de alquiler para evitar problemas, aunque a veces los conflictos son imprevisibles.
Otro punto de fricción era la limpieza de la cocina. A pesar de que, según cuenta Sara, él "nunca comía allí", se negaba a establecer turnos para recoger el escurridor. Su norma era estricta y se la recordaba constantemente a sus compañeras: "Acuérdate del plato que has usado". Esta obsesión por lo individual impedía cualquier tipo de colaboración en las tareas del hogar, un problema recurrente en pisos compartidos por estudiantes.
Acuérdate del plato que has usado"
Estudiante afectada
PISO DE ESTUDIANTES
Una plaga como 'sorpresa' final
Por si la situación no fuera suficientemente surrealista, el piso escondía otra sorpresa: "un nido de cucas". Las cucarachas se convirtieron, en palabras de la joven, en "nuestras compañeras de piso". El comportamiento de su compañero ante la plaga agravó aún más el problema. "Él veía la cuca, la pisaba, cosa que no queremos que hiciese, pero él la pisaba y la dejaba ahí. Y se podía tirar ahí como tres días que él no la iba a recoger", lamenta Sara.
La historia de Sara Domínguez ha resonado con miles de usuarios que han vivido experiencias similares en el complicado mercado del alquiler. La joven ha prometido que "hay de todo para hablar de él", anunciando futuras partes de una historia que pone de manifiesto las dificultades de la emancipación y la importancia de ayudas como la nueva ayuda al alquiler para jóvenes para acceder a una vivienda digna.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.